El hígado graso es una enfermedad común caracterizada por la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos alrededor del hígado, impidiendo realizar funciones vitales como el procesamiento de sustancias y eliminación de toxinas.

Existen dos tipos de hígado graso, el producido por alcohol y el no alcohólico. El hígado graso por alcohol se da por el abuso de bebidas con niveles altos de alcohol por largo tiempo que el órgano metaboliza hasta que sufre un colapso, lo que lo minimiza su capacidad de procesar grasas y si se continúa con la ingesta de alcohol este produce pequeñas lesiones que a gran escala se llaman cirrosis.

Por otra parte el hígado graso no alcohólico este sufre una inflamación parecida por exceso de consumo de alimentos con altos niveles de grasas o debido a la diabetes, lo que aunado al sobrepeso u obesidad puede producir igualmente cirrosis hepática.

Aunque el médico sea el que dé un diagnóstico final, entre los síntomas del hígado graso están:

  1. Dolor en la parte superior derecha del abdomen
  2. Cansancio o fatiga crónica
  3. Sensación de pesadez
  4. Hinchazón abdominal
  5. Pérdida de apetito
  6. Náuseas
  7. Confusión, mala memoria y hasta dificultad para concentrarse

Para combatir el hígado graso la recomendación es dejar el alcohol, si esa es su causa, o una pérdida de peso gradual. Asimismo, se debe corregir la dieta, evitar alimentos procesados, bebidas gaseosas, bebidas como jugos artificiales, alimentos chatarra y repostería.

También el consumo de ciertos alimentos puede mejorar el funcionamiento de nuestro hígado, aliviando los síntomas:

Ajo

Con una pequeña cantidad puedes activar las enzimas de este órgano y eliminar las toxinas. A su vez, contiene selenio y alicina, que permiten limpiar mejor el hígado.

Acelgas

Es un excelente tónico para limpiar y rejuvenecer el hígado, ya que su riqueza en fibra la hace ideal contra el estreñimiento, sus propiedades son altas en vitaminas hierro magnesio potasio y agua.

Té verde

Es un aliado para el hígado por sus compuestos, tales como la catequina, que asiste en las funciones de este órgano, además de ser un adelgazante natural.

Jengibre

El jengibre contiene antioxidantes y también ayuda a bajar los triglicéridos. Se puede hacer un té de jengibre con dos cucharadas de raíz de jengibre en agua caliente, se deja reposar unos minutos y se toma. Otra opción es agregarle jengibre crudo rallado a las ensaladas.

Toronja

Se cree que la toronja activa ciertos químicos responsables de la oxidación de ácidos grasos, con lo que se baja de peso.

Además, en general, para los que sufren de la enfermedad se recomienda comer frutas, verduras y granos enteros y evitar alimentos de alto índice glucémico, como el pan blanco, el arroz blanco, papas, grasas de origen animal, bebidas deportivas, refrescos, jugos de frutas y evitar a toda costa el consumo de alcohol excesivo (más de 14 tragos a la semana para hombres y 7 para mujeres).

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