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¿Alguna vez han visto alguna moda que no comprenden exactamente por qué existe?
Así le ha pasado al mundo entero al ver la nueva tendencia de tomar lattes en cáscara de aguacate.
Sin embargo se entiende un poco cuando se conoce cómo esta idea nació como una sátira. En una entrevista, el joven millonario Tim Gurner (quien por cierto recibió la pequeña suma de alrededor de 450 mil pesos de su abuelo para empezar su negocio), declaró que los millennials son la generación que está cada vez comprando menos propiedades debido a que gastaban el dinero en cafés caros y tostadas con aguacate.
El comentario se volvió famoso en el país, el cual se ha vuelto uno de los más caros del mundo para vivir, costando alrededor de 23 mil pesos por mes rentar un apartamento de un cuarto, y para comprar el precio varia entre 70 y 105 mil pesos por metro cuadrado en Sidney y Melbourne , dos de sus ciudades más importantes.
Por esto no tardó en surgir la respuesta irónica. Cuando un cliente pidio a Jaydin Nathan , barista de Truman Cafe , ubicado en Melbourne, que le hiciera un latte dentro de una cáscara de aguacate, este accedió. El video que pusieron de su elaboración en Instagram se volvió viral, y los avolattes se empezaron a hacer desde Taiwán hasta California, pasando por Londres y Amsterdam.
La experimentación no tardó y han surgido el avochocolate y el avocappuccino , o el mismo latte servido en cáscara de otras frutas como limón y naranja. “Se supone que la comida sea divertida, la comida es arte" dijo más tarde Jaydin cuando lo entrevistaron acerca de la extraña creación para el Australian Associated Press.
Aunque la mayor parte de la sociedad se ha pronunciado en contra nombrandolo como una moda desagradable de los “hipsters”, lo cierto es que las cáscaras de aguacate son una alternativa biodegradable a los vasos, que podrían reducir la contaminación y darle un segundo uso a la cáscara de la fruta.