Más Información
Haberes de retiro de ministros de la Suprema Corte costarán casi 130 mdp anuales; se calcularon con sueldo actual
Depresión estacional aumenta en octubre a diciembre; afecta más a mujeres jóvenes, asegura especialista
Madre y sus tres hijos procedentes de China buscan refugio en México, llevan 10 días en AICM; están en condiciones inhumanas: ONG
Claudia Sheinbaum alista reunión con padres de los 43 de Ayotzinapa; será la primera tras asumir la Presidencia
Claudia Sheinbaum se reúne con gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno; preparan Acueducto Zacualpan II
Remedios van, remedios vienen y cada persona jura que su remedio para la cruda es el que funciona, y uno está tan desesperado por volver en sí que los prueba todos. Nosotros quisimos ahorrarte el trabajo y la sobredosis de remedios y por eso buscamos qué es lo más efectivo para revivir después de una noche de copas, una noche loca. Cuando bebes mucho, el cuerpo inicia un proceso de metabolización que provoca una serie de malestares necesarios para la liberación de los tóxicos del alcohol. Lo que provoca que te sientas tan mal al día siguiente de irte de fiesta es tu hígado, ya que está trabajando como loco para que cuerpo regrese a la normalidad. Pero tampoco se trata de estar padeciendo el proceso como si fuera penitencia, hay ciertas cosas que puedes hacer para que la situación se vuelva más civilizada y no andar por la vida causando penas.
Un clamato, ¡por amor de Dios!
El jugo de tomate es una bebida repleta de vitamina C, potasio, fósforo y magnesio; esto significa que es muy bueno para desinflamar y reponerte más rápido. Por eso uno de los remedios infalibles contra la cruda son los clamatos, por ser el jugo de tomate uno de sus ingredientes principales. La historia del clamato podemos decir que es corta, históricamente hablando, nació por la inventiva de dos bartenders neoyorquinos en 1966, que tratando de preparar un coctel mezclaron el jugo de tomate con caldo de almeja. La combinación se hizo popular no solo en el bar que regenteaban sino que muy pronto se convirtió en una marca comercial que hoy en día es altamente rentable sobre todo en Canadá y México, donde su consumo tiene un crecimiento comercial que no baja del 15 por ciento cada año. Pocas son las marcas que se pelean esta receta casera y muchas las preparaciones y recetas en las que se incluye. Una de las más solicitadas en los restaurantes y barras de esta ciudad son los “cielos rojos”, la combinación básica de clamato con cerveza que se sirve en tarro escarchado con sal (u otras combinaciones picantes) y hielo. “Cuando estás crudo, pues básicamente estás deshidratado y muy pocas veces tu cuerpo te pide comida, por eso se te antojan tanto los calditos y sopas. El cuerpo pide líquidos y lo que sucede con el clamato, en especial los preparados con salsas o los que acompañamos de guarniciones, (como las preparaciones que están en estas páginas), es que tienen elementos extras que te hacen retomar energía y, sobre todo, aliviar esos horribles síntomas de pesadez que te hace padecer la cruda, esa deshidratación”, opina César Ponce, bar mana ger de Grupo Adamantium. Combatir el calor, abrir el apetito, reconfortar un cuerpo “maltratado” por el exceso y, como se dice coloquialmente “curártéla”, son algunas de los beneficios que los clamatos bien preparados. La cerveza idealmente debe ser clara cuando la combinas con un clamato natural, para que los sabores no choquen o se hagan muy intensos.
Actualmente la mixología se mueve a terrenos más gastronómicos con la inclusión de disntintos ingredientes en sus preparaciones. Las aceitunas ya no son las únicas y más valoradas opciones de la que se valen los bartenders para acompañar sus creaciones. “Es algo que apenas se empieza a explorar, no nada mejor que el mismo trago incluya su maridaje a la medida. En el caso de los clamatos es sencillo por su sabor que da pie a que se puedan hacer muchas combinaciones que se antojan nada más de verse”, dice Braulio Hernández mixólogo de Barra 57, en el Mercado Roma. Muchos son los remedios para aliviar los malestares de la cruda, y siempre habrá quien te diga que el mejor remedio es la abstención. ¿Será?