La comida, en definitiva, se disfruta mejor en compañía. Entre más personas compartan la mesa es mucho mejor. Pero además de los presentes habituales, existen algunos platillos que tal parece —o más bien así es— fueron creados para compartir, y no solo con unos cuantos, sino con un número considerable de personas. Uno de estos casos es la paella.
Lo mejor de dos mundos
Considerado como uno de los platos emblemáticos de España, la paella consiste en una preparación hecha a base de arroz infinito, coloreado con azafrán para conseguir ese lindo amarillo, acompañado de vegetales y lo mejor que la tierra y el mar nos ofrece: gambas o camarones, mejillones y calamar; pollo y cerdo. Un ensueño.
En el libro The Oxford Companion to Food (1999) el autor británico Alan Davidson explica que la paella debe su nombre al recipiente en el que se prepara; añade, además, que la raíz etimológica de la palabra se llega a rastrear hasta la palabra en sánscrito pa que significa beber, de la cual a su vez se derivaron los términos en latín patera, patina y patella, nombres utilizados para referirse a ciertos utensilios culinarios usados para freír.Pero una cosa es el recipiente y otra cosa el guiso, ¿cómo fue que surgió la preparación? Davidson explica también que antiguamente en la Andalucía islámica era común encontrar platillos hechos con arroz —alimento base de la mayoría de platos árabes— combinados con distintos vegetales y carne o pescado. Transcurrida la ocupación árabe, pero quedando arraigadas ciertas costumbres, se comenzó a cocinar arroz en espacios abiertos utilizando grandes paellas y acompañado de vegetales y carnes de caza como conejo o pato. Ya hacia el siglo XIX, el acto estaba hecho: la paella (como plato) era una realidad y era la paella valenciana, que se comía tradicionalmente directo del sartén, con todos reunidos, compartiendo alrededor de ella.
Aunque los ingredientes básicos son el arroz, el azafrán, los vegetales, el aceite de oliva y las carnes (marinas, terrestres y aéreas), sin olvidar los embutidos como salchichas y chorizos; en la actualidad —y desde siempre— cada persona, cada familia y cada región tiene una manera única de prepararla, con ligeras variaciones que hacen de cada paella algo único.
Celebración en familia
Aprovechando que el verano se acerca, trayendo consigo calurosos días ideales para comer al aire libre y también el Día del Padre, no faltarán pretextos para preparar tu propia paella en casa y disfrutarla en familia. Sigue la receta o crea una con tus toques especiales. Estamos seguros que te quedará deliciosa.
En el caso de que prefieras consentir a papá fuera del hogar, la Ciudad de México nos ofrece excelentes opciones que cuentan con este icónico platillo español. Uno de ellos se ubica al sur de la urbe, en la zona de San Ángel: hablamos del restaurante Manolo y Venancio, un sitio especializado en alta cocina española, por lo que uno de sus platos estrella es la paella valenciana ¡Deliciosa!, que acompañada de un buen vino tinto o una sangría fría para el calor, estamos seguros de que encantará a papá y serás su persona favorita en su día. ¡Olé!
Manolo y Venancio
Dirección:
Calzada Santa Catarina 207 PB, col. Altavista
Tel:
6816 7196
Twitter:
@ManoloVenancio
Horario:
mar-mié 13:30-23 hrs. / jue-vie 13:30-02 hrs. / sáb 13:30-22 hrs. / dom 13:30-19 hrs.