El café es una bebida versátil que además de ser excelente en su versión pura, se puede preparar y combinar con distintos ingredientes para darle un sabor especial. Las siguientes preparaciones son algunas de las más comunes para el café gourmet, y casi siempre las podrás pedir en cafeterías especiales.
Café vienés
En este caso al café expreso se le añade leche caliente con crema y es adornado con chocolate rallado, de preferencia amargo, para dar un toque fuerte de sabor y disfrutar más su aroma.
Café irlandés o Irish coffee
Lo ideal para este caso es servirlo en una copa de cristal en la que se observe la intensidad del color y la espesura de la nata. Se añade whisky irlandés, azúcar y café expreso para después, calentarlo hasta dos centímetros por debajo del borde, removerlo por completo y agregar lentamente nata fría poco batida para quedar flotando y sin mover nuevamente.
Café escocés
Al igual que el café irlandés, lleva whisky azúcar y café servidos de la misma forma, pero al final, en lugar de la nata se coloca helado de vainilla.
Café gaélico
Es similar al café irlandés, pero en este caso, se debe agregar whisky escocés previamente calentado y después café caliente, azúcar y nata montada a la cual, se puede espolvorear chocolate rallado.
Café arábigo o turco
Es una de las formas más antiguas de preparar café, muy popular en Oriente Medio y el norte de África. Una de las maneras más comunes de prepararlo es, luego de moler el grano y dejarlo prácticamente hecho polvo, se hierve en agua adquiriendo consistencia harinosa, conservando su espesura y servido en porciones pequeñas. El otro modo, es introduciendo el polvo en una cafetera a la que se le añade agua y se pone al fuego hasta que hierva, para luego retirarlo, repetir varias veces y añadir un poco de agua fría al servirlo.