La Rivera Nayarita está de fiesta porque en 2017 cumple una década de posicionarse como destino turístico y, en tan poco tiempo, ha logrado encantar a turistas nacionales y extranjeros. Su secreto es simple, pues es una tierra de abundancia en productos de mar, frutas tropicales y, sobre todo, belleza natural. Desde Puerto Vallarta, yendo hacia el norte y por la costa, puedes recorrer sus destinos más conocidos como Punta Mita, Sayulita y San Blas, este último —quizás— el menos explorado, pero que se encuentra exhuberante y paradisiaco. “Fuimos el primer estado que llevó comida al Tianguis Turístico,” nos cuenta la chef Betty Vázquez, gran embajadora de la cocina nayarita y de su pueblo San Blas, “comenzamos a enlazar la historia gastronómica con la parte cultural del estado; nos dimos cuenta que es una forma de promocionar el turismo.”
Y para presumir están sus joyas gastronómicas que, explica la chef Betty, se dividen en regiones: por un lado la costa, con sus ceviches y aguachiles, tatemados, zarandeados, testihuiles y empanadas de camarón; luego está la zona centro de valle que tiene productos de maíz y caña, como en el municipio de Jala, que tiene la mazorca más grande del mundo. Nayarit tiene platos típicos como las gorditas de maíz y el pollo a la plaza, porque no todo es el pescado zarandeado. Además, en la parte alta, en la sierra, existe un clima árido y que, afirma la chef, “aquí se producen los mejores quesos del estado.”