¿Por qué Gramona cuenta con la mejor Cava del mundo? Una pregunta que resurge después de que su botella Enoteca obtuviera 99 puntos en la Guía Peñín, considerada como la mejor referencia del vino español. Una calificación que logra por encima de aproximadamente 11 mil 500 vinos catados en 2017.

Hecho relevante y de gran peso para la firma, por primera vez un integrante de su colección de espumosos está catalogado como excelente en todo el país ibérico. Así que para comprender el éxito de esta bodega platicamos con su representante Linda Díaz Morales.

La también sommelier, asegura que son especiales desde su origen a nivel de viñedos, porque trabajan a través de una cultura orgánica y biodinámica. Además cuentan con una ubicación privilegiada en el Mediterráneo, en la región del Alt Penedés, a 50 minutos al sur de Barcelona.

Sin olvidar la mineralización que solo su tierra otorga, un suelo básicamente franco-arcilloso, que se caracteriza por la presencia de conglomeraciones calcáreas llamadas têtes de poupées (cabeza de muñeca), que sin duda enriquecen la vid.

“También nos apoyamos en una variedad de uva blanca llamada xarel-lo, que posee muchísimos antioxidantes, que nos permite hablar de vino y salud, pero a la vez, este tipo de especie apoya la idea fundamental de Gramona: la facilidad de mantener una crianza larga.

“Nuestros espumosos tienen 5, 7 y 10 años que pacientemente han sido guardados en la bodega y esto es lo que hace que nuestras Cavas se conviertan en algo atractivo, complejo, maduro, fresco y lleno de sensaciones”, explica la especialista.

Pero hay más

Definitivamente la materia prima y el tiempo son elementos fundamentales que se agrupan en una serie de procesos artesanales, otro punto de distinción de esta casa y que le da fama en toda España.

Cava Gramona tiene la capacidad de provocar que nuestra mente imagine el paisaje que rodea a sus viñedos; que nuestro paladar pueda saborear el añejamiento y nuestra sensibilidad sea tocada por las generaciones que mantiene vivo este proyecto, tres puntos que se resumen en un solo concepto de acuerdo a Linda: Vinos con Alma.

“Cuando huelo y degusto una copa me llevan hasta a su origen, entonces evoco la majestuosidad de la montaña de Monserrat y las olas golpeando los acantilados del Mediterráneo; puedo sentir el tiempo en barrica, son vinos que te dan un registros y sensaciones diferentes gracias a la paciencia con los que han sido guardados, y por último, hay una historia familiar detrás de toda su producción, que brinda vivir una experiencia completamente diferente”, comparte.

No cerramos la conversación sin antes conocer las características generales de los Cava. Linda nos lleva a nivel olfato para percibir el durazno y la manzana asada, con notas amieladas y cítricas, donde también destaca una influencia de las levaduras que han estado en contacto con la bebida a lo largo de los años, así que nos hace recordar al pan recién horneado.

En la boca se vuelve a reafirmar lo que se huele, evento que se conoce técnicamente como retrogusto. Su acidez refresca al paladar, mismo que termina por sentir una caricia al entrar en contacto con las burbujas finas.

Si el deseo por experimentar un Cava se despertó, la sommelier recomienda paladear un Gramona Imperial, un III Lustros o un Celler Batlle, mismos que se pueden conseguir en alguna de las sucursales de La Europea. Desafortunadamente Enoteca aún no llega a México, el cual ofrece solo 3 mil botellas al mundo.

DATOS

Celler Batlle: mil 900 pesos

III Lustros: 980 pesos

Cava Gramona Imperial: 580 pesos

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