A un costado de la catedral Metropolitana está el restaurante El Balcón del Zócalo, al cual puedes acceder a través de los elevadores de Zócalo Central Hotel. En medio de remodelaciones, se trasladaron temporalmente al piso superior, en el cual aunque la vista no es la más espectacular, aún se puede apreciar un poco la catedral. La representante de Bodegas Santo Tomás nos recibió de inmediato, explicandonos la dinámica de la cata: cinco platillos y un postre con cuatro vinos antes de dirigirnos a la plática de maridaje en la explanada del Zócalo de la misma vinícola, en donde se encontraba la expo “México en el Corazón de México”.
Al cubierto del fuerte sol que ya empieza a sentirse de verano, empezamos con una deliciosa tostada de escamoles con aguacate, la verdadera gastronomía tradicional mexicana hecha sabor. El maridaje recomendado fue un vino blanco Misión 15, fresco y con un ligero toque a cítricos que iba perfecto con el antojito. A continuación la tostada de carpaccio de pulpo con aceite de jengibre y piel de limón se integró en el paladar de manera exquisita con un rosado Grenache 2015, un poquito dulce y con aromas a frutos rojos.
Ya entrados en sabores, el chef Pepe Salinas nos sorprendió nuevamente con una gordita de confit de pato, salsa verde con aguacate y queso ocosingo directo de Chiapas, el cual degustamos con el blanco y rosado, pero finalmente por consenso el rosado fue la mejor opción con este platillo.