Su capacidad es de 6 a 8 onzas y se emplea para tragos que se sirven solos o en las rocas. También se conoce como old fashioned.
Diseñada para sostenerla en la mano y calentar, ligeramente, el trago, además atrapa los aromas. Se usa para destilados como coñac o brandy.
Esta copa es tan emblemática en coctelería como el trago martini, de ahí su nombre. También se utiliza para servir margaritas y cosmopolitan.
Por lo general, esta copa se asocia con bebidas festivas y tropicales. Ideal para cocteles frappeados y frutales. Tiene una capacidad de 10 onzas.
Se trata de un vaso alto y se utiliza para cocteles largos con hielo que se completan con una porción de agua quina o un mixer de agua carbonatada.
Se ha puesto de moda gracias al famoso Moscow mule, que lleva vodka, cerveza de jengibre, jugo de limón y mucho, mucho hielo.
En otros tiempos se utilizaba para servir la champaña, pero hoy en día es muy popular para diversos tragos como daiquiris o manhattans.
Es un vaso de batalla para tragos largos. Por lo general, es angosto y tiene una capacidad de 10 onzas. Típico de los bares para servir cubas o mojitos.
Ideal para servir pequeñas cantidades de destilados o licores que, por lo general, se acostumbran a tomar de un solo trago, como el tequila.