La margarita es uno de los cocteles “mexicanos” más conocidos en el extranjero, sin embargo su origen nunca se ha podido comprobar.
Una de las versiones es que el bartender Carlos “Danny” Herrera ideó la bebida en 1938. Una de sus clientas, llamada Marjorie King le dijo ser alérgica a todos los licores excepto el tequila, pero no quería tomarlo solo, por lo que hizo modificaciones al tradicional trago de tequila con rodaja de limón.
Otra versión es de parte de la dama estadounidense Margarita Sames. Como toda mujer de sociedad, le encantaba dar fiestas y organizar reuniones, preparando bebidas para sus invitados y dijo inventar esta bebida poniendole su nombre inspirada en un reciente viaje a Acapulco.
La señora Sames no fue la única mujer en decir que el trago con su nombre fue hecho por o inspirado en ella. Una de las historias más aceptadas del origen de la mezcla tiene lugar en Ensenada, Baja California, específicamente en la llamada Cantina de Hussong. Se dice que en 1941 el bartender Carlos Orozco, recibió de visita ahí a la hija del embajador alemán, llamada Margarita Henkel a quien preparó la bebida y le puso nombre en honor a ella.
Otra interpretación es que la margarita es tan sólo una versión moderna del coctel “Daisy” (margarita en español) el cuál era agua mineral con brandy, algún cítrico y un toque dulce. Bastante parecido, sustituyendo el tequila por licor, congelando la bebida y añadiendo sal alrededor del vaso.
Lo único en que los historiadores del alcohol coinciden es que la margarita frapeada fue invención de Mariano Martinez, un restaurantero hijo de mexicanos, quien tras ver la máquina de slurpees de un 7/11 construyó el suyo propio para tener siempre margaritas con hielo en su establecimiento.
Frapeada o congelada, natural o con frutas. La combinación de tequila, Cointreau y limón (o lima) es simple y a la vez sorprendente, creando una de las bebidas más pedidas de los últimos tiempos.