Primera columna del año, momento de retomar esta relación vinícola. Decidí aprovechar el reencuentro para apuntar a temas positivos… lo nuestro es el vino, no quiero atormentarlo recordando que la gasolina, la luz, el transporte y hasta divorciarse serán más caros este 2017. Vaya cuesta.
Durante estos días, de poca (para no decir nula) actividad vitivinícola, me di a la tarea de compilar algunas de las tendencias que marcarán la industria en los próximos meses. Sí, por extraño que parezca, muchos expertos vislumbran momentos dorados; yo presiento, aquí entre nos, que 2017 traerá grandes plataformas de promoción y desarrollo para el vino mexicano.
Vayamos pues con las predicciones. De los futurólogos me atrevo a rescatar tres líneas interesantes. Primero: el mercado seguirá interesándose en los vinos blancos de regiones predominantemente “tintas”, como es el caso de Burdeos o Rioja. Hace algunos meses Jean-Philippe Delmas, director adjunto de Domaine Clarence Dillon, me explicaba cómo el mundo está abriéndose a los blancos y rosados de Burdeos, que existen hace mucho tiempo pero poco se reconocen. Segundo: la Loira, con sus caldos de marcada acidez y carácter frutal, se perfila como una de las regiones productivas más excitantes. De acuerdo con algunos especialistas, más allá de sus vinos blancos de Chenin Blanc y Sauvignon Blanc, serán sus tintos ligeros de Cabernet Franc y Gamay los que atraigan la mirada de los consumidores. Tercero: se vienen muchos más vinos biodinámicos y naturales, elaborados con la mínima intervención posible, con frutos libres de pesticidas y fermentados casi de forma espontánea. Échele un ojo a la nota Vinos con ideas, publicada en El Vino y sus delicias.
En México el panorama es prometedor. Definitivamente, como en los últimos años, el consumo seguirá incrementándose con un enfoque hacia lo propio. La variedad de propuestas también crecerá, al menos eso aseguran los integrantes del sector. Platicaba esta semana con Ramón Vélez, de la vinícola guanajuatense Cuna de Tierra y ex director del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV); Ramón contabiliza el número de etiquetas nacionales en millares. ¿La calidad también aumenta?, eso, mi querido lector, es harina de otro costal.
Sobre regiones productoras. Será emocionante ver la consolidación de propuestas en estados como Sonora, a mí juicio (verificado con conocedores del tema) el próximo hotspot de la industria nacional. Tampoco hay que ignorar el surgimiento de nuevos conceptos en Chihuahua, Guanajuato, Querétaro… ¿Qué dirá la bola de cristal?
$219
La Europea
LUIS CAÑAS BLANCO BARRICA
Viura y Malvasía
Zona de producción: Rioja Alavesa, España
Vista: color amarillo pajizo, brillante y limpio
Nariz: intenso y complejo, con notas de frutas blancas maduras y recuerdos de cedro y pastelería sobre un fondo ahumado
Boca: denso y untuoso, con un perfecto equilibrio entre acidez y alcohol, y retrogusto de fruta madura y evidente mineralidad
@Carlos_Borboa