En el tema de aperturas de 2016 (sí, aún no superamos que ya es 2017), uno de los restaurantes que marcó el segundo semestre del año pasado fue Mr. Chow. Se trata de una propuesta de alta cocina china que se ha caracterizado por posicionarse, desde 1968, como un hot spot para socialités y foodies en ciudades como Nueva York, Miami, Los Ángeles, Las Vegas y Londres.
Con platillos tradicionales de la cocina de Beijing, la experiencia del comensal en Mr. Chow se enmarca en un ambiente de elegancia mezclada con arte contemporáneo. Por ejemplo, en la ciudad de México, el restaurante cuenta con obras de Andy Warhol y del artista mexicano Abraham Cruzvillegas.
Darse el gusto en Mr. Chow es disfrutar de su carrito de champagne por copeo y de, por supuesto, ordenar el famoso pato Beijing que se presenta en la mesa perfecto: crujiente por fuera y con la carne tierna y jugosa. Nosotros quisimos saber un poco más de este proceso, que esta cadena de restaurantes ha perfeccionado durante décadas, y resulta que la elaboración de este pato les toma más de 24 horas para lograr el laqueado ideal para que el chef lo corte en la mesa acompañado de una salsa de ciruela, crepas, pepino y cebollín picado.
Otros platillos a probar son sus famosos noodles, que son hechos a mano en el salón; los camarones glaseados, el pollito con lechuga, los dumplings y el pollo satay.