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"Una de las cosas que más enorgullece a los vinicultores de Ribeiro es el apego ancestral a la tierra. Si algo distingue a esta Denominación de Origen, una de las más antiguas de España y cuya formalización se remonta a 1932, es ese amor entrañable que data de generaciones y que se refleja en el carácter único, especial de sus vinos. Cada bodega expresa una historia familiar, de amigos, de una relación directa entre bodegueros y vinicultores que involucra ante todo sentido fraternal del trabajo", expresa Cristina Alcalá, directora del Consejo Regulador de esta DO con la mayor historia en Galicia, y que llega con sus emblemáticos blancos, alrededor del 90% de su producción, en busca de nuevos mercados en territorio mexicano.
Socióloga, entusiasta investigadora del panorama actual del vino, comunicadora de nueva generación y jurado de algunos de los certámenes más prestigiados del mundo como los de la revista Decanter y el Concours Mondial de Bruxelles, Cristina dirige desde enero pasado las estrategias y acciones de una comunidad vitivinícola que está dando mucho de qué hablar a nivel mundial. En este año, durante la pasada edición de Prowein, cinco vinos de la DO se incluyeron en el túnel de los 100 mejores de España: Coto de Gomariz 2014, Ramón do Casar Treixadura 2014, Ramón do Casar 2014, Terra do Castelo Treixadura 2014 y el vino tinto Val de Souto 2014, recibiendo extraordinarios comentarios de los asistentes a esta feria alemana.
La calidad ante todo
Con la Treixadura como cepa insignia, y con el juego fragante, frutal, fino, de otras variedades como Albariño, Torrontés Loureira, Godello, Torrontés, Macabeo y Palomino, entre otras, la Do Ribeiro trabaja actualmente en el desarrollo de nuevos mercados mundiales, considerando que alrededor de 70% de su producción se consume en Galicia; 20% en el resto de España y el 10% restante es para exportación. No obstante es impresionante el esfuerzo emprendido desde hace algunos años para ampliar la presencia en otros países como Alemania y el Reino Unido. De acuerdo con datos del gobierno autonómico gallego, las exportaciones de la DO crecieron 600% desde 2008.
Según datos del Consejo Regulador, la vendimia en 2016 produjo alrededor de 13 millones de kilos de uva, con la proyección de producir con ellos 9,1 millones de litros de vino.
Casi 6 mil viticultores integran la fuerza productiva de esta DO constituida por 2 mil 646 Ha y 107 bodegas distribuidas en los municipios de Arnoia, Beade, Boborás, Carballeda de Avia, Carballiño, Castrelo de Miño, Cenlle, Cortegada, Leiro, Ourense, Puxín, Ribadavia, San Amaro y Toén. "La gran cantidad de productores determina una vasta parcelización, lo cual se traduce en heterogeneidad y diversidad. Sostenida por este gran mosaico de expresiones, Ribeiro sobresale en el actual mercado vinícola frente a la recurrencia de vinos homogéneos, monótonos y de poca personalidad".
"Hemos venido a México a realizar distintas presentaciones con importadores, distribuidores, profesionales de la restauración y medios de comunicación. Uno de los aspectos que más me han impresionado es alto nivel de los sommeliers y el interés que manifiestan por saber más sobre el tema. Este visita oficial han participado nueve bodegas: Bodegas Alanís, Carlos Villanueva, Casal de Armán, Coto de Gomariz, Finca Viñoa, Pazo Casanova, Grupo Reboreda Morgadío y Terra do Castelo; además de Ramón Do Casar, que es la única que ya tiene representación en México. La idea central es abrir mercados, tomando en cuenta las cualidades de nuestros vinos y la franca empatía que tienen con las diversas expresiones de la gastronomía en México, que ya por si sola es sorprendente.
Ribeiro produce vinos blancos y tintos desarrollados principalmente con variedades autóctonas locales. En el caso de las tintas, destacan las Caíño longo, Caíño Tinto, Caíño Bravo, Brancellao, Ferrón, Mencía y Sousón. Resalta asimismo la producción del Tostado do Ribeiro, un vino dulce cuya tradición data del siglo XIX. Para su elaboración únicamente se utiliza el mosto procedente de uvas seleccionadas. De producción limitada, es considerado una joya enológica.
"Nuestra carta de presentación es la calidad; es el común denominador, y a diferencia de otras DO nuestro espectro es más cerrado en ese sentido. No buscamos introducir vinos baratos y enfilarnos a otros segmentos de más calidad. Ribeiro produce vinos con identidad, de magnífica hechura que expresa el oficio de una comunidad que ha vivido por siglos con un profundo arraigo al campo y a los viñedos. Tomando en cuenta ese factor cualitativo, producimos vinos asequibles para paladares asequibles", refiere Alcalá.