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Dicen los gallegos que en su tierra “el vino es cultura y arte”. Yo diría que también es historia y diversidad. Sí, mi querido lector, Galicia es mucho más que Rías Baixas; esta región, plagada de valles, laderas y mágicas costas, reúne uno de los compendios vitivinícolas más complejos, no sólo de España, sino del mundo.
De centro a sur, y de este a oeste, cinco denominaciones de origen se despliegan a lo largo y ancho del territorio gallego: Ribeiro, Valdeorras, Monterrei, Ribeira Sacra y, por supuesto, Rías Baixas. Ojo, no se lo digo con el propósito de menospreciar a una u otra, ¡no!, se lo platico con el único afán de motivarlo a descubrir las caras menos conocidas de Galicia.
Hace un par de semanas asistí a la presentación de un grupo de vinícolas de Ribeiro, realizada en el marco de la Misión Comercial México 2016 del Consejo Regulador de la denominación. Además de probar algunas de los etiquetas de la región, la ocasión fue perfecta para conversar directamente con algunos de sus artífices.
Pocos saben que Ribeiro es la zona productora de vino más antigua de Galicia, referenciada por primera vez en el siglo II a. C. A lo largo de siglos, los viticultores locales han desarrollado todo un mundo de posibilidades a partir de cepas autóctonas como Treixadura, Loureira, Godello, Lado, Sousón, Brancellao, Mencía…
Me platicaba Ramón Espiñeira, de Adegas Terra do Castelo, que la apuesta local es la elaboración de vinos de alta gama a partir de dos mil 200 años de tradición vitivinícola heredada de generación en generación. Una filosofía cautivadora, ¿a poco no?
“Carlos, ¡cuéntanos de los vinos!”. Primero están los blancos de Ribeiro, que representan más del 85 por ciento de la producción local y que, generalmente, nacen de la Treixadura. Si algo caracteriza a estos fermentados son sus aromas frutales, florales y balsámicos, así como su frescura y sapidez delicada. En cuestión de tintos, la Sousón es la reina; vinos con gran presencia de frutos negros y flores, con capacidad de crianza en madera surgen de este varietal.
Lo mejor, como siempre, me lo guardé para el final. Si usted es fanático de los vinos dulces naturales debe conocer el Vino Tostado de Ribeiro, elaborado a partir de uvas pasificadas a cubierto. La alta concentración de estos fermentados, con dulzor y excelente grado de acidez, los hace perfectos para maridar con frutos secos, dulces, quesos, helados…
¿La mala? Ribeiro apenas está buscando hacerse de un huequito en el mercado nacional; sin embargo, estoy seguro de que pronto podremos ver sus etiquetas en tiendas especializadas y restaurantes. Mientras tanto, le dejo una recomendación de Rías Baixas, para que no quede duda de mi afición por TODOS los caldos gallegos.
—Carlos Borboa es periodista gastronómico, sommelier certificado y juez internacional de vinos y destilados.
RECOMENDACIÓN
$350.00
En Club del Gourmet
La Marimorena
Albariño
Zona de producción: Rías Baixas, España.
Vista: amarillo pajizo, con tonalidades verdosas muy brillantes.
Nariz: intensidad media, con notas profundas de hierbas aromáticas, cítricos y frutas blancas, particularmente manzana y pera.
Boca: vino fresco, con excelente acidez y gran estructura, plagado de notas de cítricos, manzanas y peras
