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La fusión del arte y la funcionalidad de una vajilla no es un tema nuevo. Solo hay que recordar el nombre del diseñador japonés Masahiro Mori que creo un sinnúmero de objetos de porcelana, con formas novedosas, que después generó producciones industriales ; éstas lucían en pláticas cotidianas entre las familias de la era Shōwa que reinó en Japón hasta finales de la década de 1980 y fue una colección exhibida en el Museo Nacional de Arte Moderno en Tokio.
Ahora, esta sensibilidad artística supera el glamour de una cena en un restaurante de alta gastronomía. El chef Paco Pérez que dirige el restaurante Miramar de Llançà en la ciudad de Girona, establecimiento con dos estrellas Michelin, le sedujo los platos creativos en forma de coral y de nopal diseñados por el estudio Luesma & Vega; firma que ha creado piezas de cerámica que se mezclan tan bien con la creatividad culinaria del chef Albert Adriá en Pakta.
Del extremo calor para la cocción del barro hasta el dibujo a mano en una pieza de loza, la artista española Nuria Blanco ocupa un largo tiempo donde previamente a configurado un elemento decorativo en su mente para después realizar el bosquejo de zorros, peces, cocodrilos, hojas, corales, magueyes, cactáceas, partes del cuerpo humano y los sentidos; colecciones armónicas y sutiles que han sido objetos de admiración en España.
“Mis clientes suelen buscar un regalo diferente, el hecho de que no hay dos piezas iguales lo hace único […] He colaborado también con varios restaurantes en Madrid para su decoración o para algún plato en concreto. Por ejemplo, para el restaurante italiano Forte (calle Serrano 88), para Sushita Café de gastronomía japonesa (calle Alberto Aguilera 52); y para el décimo aniversario de Home Burguer Bar, hice unos platos especiales para su nueva hamburguesa de langostinos…”, platica para Menú Nuria Blanco.
Para decorar estas vajillas, Nuria utiliza óxidos silicatados que convierte esta pieza óptima para alimentos y uso restaurantero. En contra parte están las obras que se exhiben en galerías y tiendas especializadas en cuyo proceso se utilizan esmaltes; una técnica usada para hacer los corazones de cerámica de la serie “Coherencia cardiaca” exhibida en Madrid durante 2012.
Juicio estético
La diseñadora Khadine Khan-Parkinson se remontó a mediados del siglo XIX, donde imperó el estilo arquitectónico neotudor para diseñar la vajilla denominada “Nouveau Tudor” con la que obtuvo bronce en la categoría de diseño de utensilios para hornear y de cocina, vajillas y vasos de la A’Design Award.
Si se explaya la imagen de una cabaña inglesa con fachada blanca decorada con vigas negras a la vista; será comprensible al apreciar el patrón gráfico que luce en blanco y negro en la piezas de la vajilla compuesta por el plato de ensalada, un bowl, el plato de cena y el del pan. Khadine utilizó el moldeo de la barbotina donde la cerámica adquirió la forma deseada; esta técnica tradicional y el moldeo de arcilla a mano se combinó con alta tecnología como la impresión 3D. La obra tuvo el gran desafío de empatar el uso de materiales tradicionales con la precisión de la producción digital. Por todo lo anterior la artista tardó dos años en crearla y fue una obra que se exhibió por primera vez en la ciudad de Islington, Londres, en 2014.
En 2008 inició un reto interesante para la diseñadora francesa Olivia Putman; diseñar las copas de la colección Ritual Collection de la firma Nespresso para lo cual la experta optó por la porcelana blanca que combinó con colores casi imperceptibles. El objetivo fue que la taza embonara en el plato como levitando de manera elegante. La elegancia y la funcionalidad vuelve a hacer el común denominador en estas originales creaciones que embellecen una mesa a la hora de comer.