Alemania, tierra que ha dado al mundo algunas de las mentes más brillantes, —tan sólo basta escuchar nombres como Beethoven, Strauss, Schiller, Goethe o Einstein para darnos cuenta de su grandeza— tierra de orden y estructura es también tierra de una gran y amplia tradición gastronómica.
Así como Francia es conocida por su vino, España por sus tapas y paella o Italia por sus pastas, Alemania es conocida en el mundo por su gran variedad de embutidos —weisswurst—, sus panes (hay más de 300 variedades) y, por supuesto, su cerveza. Pero, ¿qué hay más allá de platos tradicionales como el spaetzle, eisbein, sauerkraut? La cocina alemana —así como cualquier cocina global— se encuentra en constante cambio y evolución, tan sólo basta observar sus cambios sociales, poblacionales o alguna de sus fronteras, las cuales comparte con nueve países, para notar los procesos de transformación a los que ha sido sometida su cocina.
La luna de octubre
Es durante este mes que los ojos del mundo se posan sobre Alemania. ¿El motivo? El famoso oktoberfest, una festividad que curiosamente encuentra su origen durante el siglo XIX, en una boda real celebrada en Munich —entre un príncipe bávaro y una princesa sajona— y en la cual los pobladores de dicha ciudad fueron invitados a participar en las festividades realizadas en honor al matrimonio. Cabe destacar que si bien aquella legendaria boda fue celebrada durante el mes de octubre, hecho mismo que le da su nombre: oktoberfest, en la actualidad en Alemania el festival se lleva a cabo —de 16 a 18 días— a finales de septiembre debido al buen clima y finalizando el primer fin de semana de octubre. Pero los tiempos han cambiado: lo que comenzara hace más de 200 años como una celebración “real” es hoy en día una fiesta que atrae a casi siete millones de personas de todo el mundo y cuya preparación comienza con meses de anticipación.
Durante los días que dura el festival se llevan a cabo varias actividades que van desde carreras de caballos, conciertos y demás formas de entretenimiento. Por supuesto, la comida y bebida no pueden faltar.
Mehr bier, bitte!
Como mencionamos anteriormente una parte importantísima y que caracteriza en la actualidad al oktoberfest es la bebida alemana por excelencia: la cerveza. Actualmente existen en el país poco más de 1500 cervecerías y hasta 5000 variedades de este líquido amberino. Una quinta parte de las cervecerías alemanas se localizan en la región sur de Bavaria, dónde se lleva a cabo el festival, permitiendo así que los millones de litros necesarios para satisfacer la sed de los asistentes provengan de cervecerías como: Paulaner, Spaten, Löwenbräu, Augustiner, Hofbräu y Hacker-Pschorr.
En México encontramos actualmente manifestaciones locales del oktoberfest alemán, lugares como restaurantes, cervecerías y asociaciones que llevan a cabo dicho festejo. Si quieres acercarte y probar un poco de la cocina alemana, te recomendamos el restaurante Fritz, un sitio basado en la tradición e historia germana.