Restaurantes de cocina mexicana hay muchos pero pocos como Testal, un lugar donde lo corroboramos desde el nombre, pues la palabra se usa para llamarle a la “bolita” con la que se elaboran las tortillas. La decoración del restaurante también reafirma el concepto mexicano, pues las pinturas, cazuelas y mazorcas decorativas evocan un México rural y tradicional que le da al visitante un sentido de pertenencia.
Su sabor no es la excepción pues a pesar de tratarse de una cocina contemporánea tiene un dejo de autenticidad, incluso nostalgia, en sus platillos tradicionales y de sabor casero. “Existe desconocimiento de la cocina mexicana en el mundo, aunque eso está cambiando. En Testal hemos tratado de mantenernos fieles a la cocina nacional, al igual que al vino y destilados mexicanos. Toda la explosión gastronómica, enológica y cervecera actual contribuyen en el conocimiento de México ante el mundo,” comenta Roberto Tinoco, quien es gerente del restaurante.
De Norte a Sur
La cocina de Testal es fiel a los ingredientes, preparaciones y sabores de platillos entrañables y caseros. Platos a través de los cuales el comensal recorre los sabores de México: la costa se ve reflejada en su aguachile, tacos de camarón y tostadas de atún; el centro vive en su ensalada de nopales, tacos de lengua, sopa seca de fideo y gallina en mole verde, mientras que el sur llega a través del chile xkatic relleno de marlin y la cochinita pibil. En cuanto a los postres, Testal se cuece aparte pues recientemente el menú dulce fue completamente renovado “todo está hecho en casa,” declara orgulloso Tinoco, quien recomienda ampliamente el pan de elote que se acompaña con helado de vainilla. Otros postres a destacar son el pastel de requesón y crema de rancho o la típica capirotada. “Queremos que la gente se de la oportunidad de visitar el Centro Histórico y conocer nuestra cocina, que redescubran la cocina mexicana,” finaliza Tinoco.