¿Quien todavía se pregunta si existe una verdadera cocina neoyorkina? o si simplemente ¿es la suma de las muchas cocinas que actualmente componen la gastronomía de esta gran ciudad?
La respuesta probablemente está en Nueva York.

Nada es comparable a un donut o buñuelo fresco como los que se encuentran en Doughnut Plant, en la parte sureste de Manhattan, pero si estamos demasiado lejos, siempre los podemos preparar nosotros mismos. Marc Grossman da la receta para el donut básico, pero también para los diferentes glaseados o los dougnuts rellenos.

• Bagels. Este pan emblemático en forma de rueda fue introducido en Nueva York por los emigrantes judíos de Europa del Este. Hoy, los bagels frescos, auténticos, siguen siendo bastante difíciles de encontrar fuera de Nueva York. Por eso, algunos prefieren prepararlos ellos mismos.

• Eggs Benedict (Huevos Benedict). Dice la leyenda que un cliente del hotel Waldorf Astoria de Nueva York inventó los huevos a la benedictina buscando una receta para aliviar su resaca. La clave está en la salsa holandesa sobre los huevos escalfados.

No sólo de fast food vive el hombre, y menos el neoyorkino, que tiene entre sus clásicos las hamburguesas de todo tipo. Lejos de ser comida rápida, se pueden encontrar o hacer auténticas hamburguesas gourmet siguiendo unas reglas muy básicas. Cheeseburger, Veggie Burger, hamburguesas de berenjenas…

• Ensalada Waldorf. Esta ensalada de manzana y apio, hoy todo un clásico neoyorkino, fue creada a finales de los años 1890 por Oscar Tschirsky, el maître del hotel del Waldorf Astoria de Nueva York.

• Ensalada César. Muchos restaurantes estaban orgullosos de preparar esta ensalada bajo la atenta mirada de los comensales. Hoy, la preparación en la mesa es rara, pero una buena salsa casera sigue siendo indispensable. Los ingredientes básicos: lechuga romana, alcaparras, parmesano, grandes picatostes y por supuesto, la salsa a temperatura ambiente.

• Corned-Beef y Knishes. Hacer una buena carne de buey marinada como la que se encuentra en los famosos sándwiches de Katz’s es fácil, pero lleva su tiempo. La receta también se incluye en este libro. Otra especialidad procedente del Este de Europa que se puede probar en Katz’s y en otros muchos sitios de Nueva York son los Knish, unas empanadillas rellenas de patata que fueron introducidas en Nueva York por los emigrantes de Europa del Este a principios del siglo XX.

• Apple Pie (Tarta de manzana). La quinta esencia de América. Hay muchas formas de prepararla y Grossman da la suya propia en este libro junto con otros clásicos americanos: la de calabaza, la de cereza, el clásico pastel de zanahoria, el centroeuropeo apple strudel o el strudel de cerezas y ricota, la auténtica New York cheesecake…

• Cupcakes. Están de moda en todo el mundo pero provienen de Nueva York. Aquí el autor selecciona algunas modalidades: el cupcake de chocolate, el de vainilla y el llamado cupcake Matcha, con glaseado de frambuesas.

La respuesta neoyorkina al esponjoso pastel de chocolate francés. Un verdadero Brownie debe ser denso, chewy (elástico) y estar cubierto de una fina costra brillante. También se pueden añadir nueces. Marc Grossman, personalmente, prefiere doblar la cantidad de chocolate.

Fuente: www.diariodegastronomia.com

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