En el marco del festival San Miguel de Allende Food Festival (SMAFF), la ciudad vivió un fin de semana lleno de actividades gastronómicas. Este año, que en su segunda edición, la invitada especial fue la chef Najat Kaanache, quien acompañó a Enrique Olvera y Matteo Salas en la cena kick off del evento, que se llevó a cabo en el restaurante Moxi, al interior del hotel Matilda. Un cangrejo centollo proveniente de Ensenada y acompañado con una crema quemada fue uno de los platillos del chef Salas, quien es uno de los cocineros más prominentes de San Miguel, con sus restaurantes Jacinto 1930 y Áperi. “Se trata de exponer el producto mexicano,”nos cuenta Matteo, “lo que tenemos en San Miguel es muy vasto. Los lácteos, el pollo, el pato, el lechón, el cerdo y la res provienen de los ranchos de acá y de Querétaro. Tenemos uno de los mejores lácteos de México: quesos de cabra, mantequilla de búfala, por ejemplo. De hecho, en San Miguel se reúne la red más grande de productores orgánicos del país.”
Convivencia sabrosa Con el objetivo de dibujar un panorama amplio de la gastronomía del Bajío y del resto del país, SMAFF 2016 ofreció la Mesa del Chef para promover una convivencia culinaria entre cocineros. La cocinera tradicional Nelly Córdova, de Cocina Chontal, compartió menú con Lupita Vidal, del proyecto La Cevichería. Así también la comida titulada “Los gauchos”ofreció una mesa puesta por parte de Dante Ferrero, de Alodé; Ignacio Ávila, de Patria Sur, y Mariano Álvarez, de Buenos Aires Bistro. Con actividades simultáneas al festival, el bar Cumpanio recibió al mixólogo Adrian Evans, de Jacinto 1930, y a Oscar Valle, el bar head de Limantour de la ciudad de México, para una velada estilo mano a mano llena de coctelería artesanal con tequila Casa Dragones, mezcal, ginebra y muy buen ambiente en la barra. Sin duda, los festivales gastronómicos son una oportunidad para explorar los sabores de cada destino y valorar su alacena local en un solo lugar. Este año, SMAFF se posicionó como un evento a seguir en la agenda culinaria, pues se disfrutó de lo mejor de la cocina del Bajío.