Es agosto, es verano, es tiempo de vacaciones, de asueto, de descanso y, este mes, también de deportes. Como cada cuatro años regresan una vez más los Juegos Olímpicos, considerados como la justa deportiva más importante del mundo, donde los mejores atletas de cada país se disputan por sobresalir y conseguir una presea dentro de su deporte y especialidad.
En esta ocasión, los atletas ( más de 10 mil 500) se trasladarán al tropical Brasil donde competirán durante 16 días dentro de 28 categorías deportivas. Si bien puede resultar un poco costoso y fuera de nuestro presupuesto viajar hasta Río de Janeiro, eso no impide disfrutar de los juegos a través de nuestro televisor o computadora y, desde luego, en la cocina.
Para aquellos que soñamos a la distancia con la capital carioca, una buena forma de sentirnos cercanos al amado Brasil es a través de su comida y tradicionales gastronómicas. Aunque a veces sea difícil de pronunciar, la gastronomía brasileira está hecha para gozar y saborearse. Se trata de una tradición que es resultado de una combinación de ingredientes autóctonos —que incluyen todo tipo de carnes, frutas y vegetales—, y una vasta influencia cultural, pues no olvidemos de que se trata de una mezcla indígena, portuguesa y africana que, a lo largo de varios siglos, han conformado una amalgama culinaria multicultural y multisabora. Su alacena puede presentarse, a primera impresión, como ‘exótica’, pues los nativos incorporaron a su dieta miles de ingredientes —raíces, insectos, hojas o plantas—, provenientes del gran titán ecológico que es la selva amazónica del Brasil.
Ordem e progresso culinario
Brasil es el país más grande de Sudamérica (y el cuarto más grande del mundo), por lo que no es sorpresa que cada región tenga su propia especialidad culinaria: de la vastedad de su territorio, surge, de igual forma, una amplísima cocina que da cuenta de los contrastes que existen entre una región y otra.
Antes de la llegada de los europeos, poblaciones indígenas como los Tupí-Guaraní utilizaban como alimento la raíz de mandioca, con la que elaboraban harina para emplearla en diferentes preparciones. Para el año 1500, los portugueses trajeron consigo sus propios sabores y estilos de cocina: entre los ingredientes y productos podemos encontrar el azúcar, las especias y los cítricos; de hecho, el famoso gusto dulce del brasileño es resultado de su herencia europea. Además de cultura y cocina, los conquistadores también trajeron consigo otras razas debido a la esclavitud. Así, la cultura y tradiciones africanas también penetraron los misterios de la selva amazónica durante el siglo XVIII y XIX. Luego vino la ola migratoria, que trajo consigo las costumbres de países como Holanda, Alemania, Japón, Italia y Medio Oriente. Otra gran influencia fueron las rancherías que se establecieron a lo largo del país, haciéndolo rico en diversas carnes, como la de res y la de puerco.
Con respecto a su cocina regional, al norte encontramos que pervive una gran influencia indígena, pues a pesar de la llegada europea y debido a la geografía de la zona, se mantiene un menú atemporal con preparaciones con base en la farinha de mandioca, pescados, insectos y frutos tropicales. Al sur, vive la influencia gaucha, con una cocina vasta en carnes, quesos, huevo y pescado. En el centro, tenemos una amalgama que conjuga los extremos de Brasil: las carnes, la mandioca, las frutas tropicales y la pesca del día son los sabores de su cocina contemporánea.
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A boa vida
La comida sabe mejor con la familia y entre amigos. En Brasil esto no es la excepción. Aquí las comidas son abundantes y variadas para disfrutar después de una rica sobremesa. Además, este país es uno de los principales productores de café en el mundo, por lo que aquí lo encontrarás en abundancia. Otro de los platillos típicos es la feijoada, la cual es considerada como el platillo más importante de su gastronomía. Esta preparación consistente en un guiso de frijoles negros, arroz y menudencia de carne de puerco cuyo origen se ancla en el colonialismo, pues los esclavos preparaban su comida con los “desperdicios” de sus amos. ¿El resultado? ¡Un gran estofado!
Otro platillo es el acarajé, el cual se trata de un pequeño pastel hecho con frijoles blancos, cebolla y relleno de aceite de dendê, camarón seco y nuez tostada. También tenemos la moqueca que es un estofado que incluye pescado blanco, camarones, ajo, cebolla, jitomates y leche de coco. Para el momento dulce están los beijinhos de coco, una especie de trufas elaboradas con coco y leche condensada; los sorbetes, que son nieves, y el ‘Romeu y Julieta’, un postre de ate de guayaba y queijo blanco.
Acá te contamos lo que no sabías de Río de Janeiro
Alistando tu carnaval
Disfruta desde la comodidad de tu casa de la inauguración olímpica mañana 5 de agosto y, para vivir de cerca el espíritu olímpico, te recomendamos preparar un festín estilo Río de Janeiro con estas recetas cortesía del chef Leonardo Menezes De Souza, de Garota Boteco (ubicado en la Casa Purveyor de la colonia Roma), quien se enfoca en ofrecer platillos cariocas elaborados con un auténtico toque tradicional. Otra opción si no tienes ganas de cocinar: lánzate a Garota y disfruta de los tacos de picanha, de las caipirinhas y de su propuesta, una combinación culinaria entre lo mejor de Brasil y México.
Garota Boteco
Dirección: Tabasco 46, Col. Roma Norte
Tel: 6725 7068
Twitter: @garota_boteco
Horario: lun 14-23 hrs. / mar-sáb 14-01 hrs. / dom 1:30-21 hrs.
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