Los nutricionistas indican que en promedio una persona debería de consumir tres tazas de estas verduras a la semana (½ taza al día aproximadamente).
Beneficios de la clorofila.
No por nada nuestras madres y abuelas han insistido de que comamos lechuga, acelga o espinacas desde pequeños. Los beneficios de la clorofila es que a largo plazo te ayudarán a bajar de peso, ya que y son saciantes y casi no contienen calorías.
Indispensables para el embarazo.
Al tener ácido fólico se vuelven ideales para las mujeres embarazadas o lactantes, también para los que padecen problemas de bajas defensas por una enfermedad, estrés o medicamentos. Otros elementos importantes son el magnesio y el potasio que no se consiguen en alimentos procesados.
Evita riesgos
Las personas que consumen antioxidantes verdes tienen menos probabilidad de padecer ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Por si esto fuera poco los antioxidantes verdes tienen una gran cantidad de calcio, un mineral importante para la mayoría de las funciones de nuestro organismo y vital para mantener los huesos en perfecto estado. A su vez el calcio permite regular el ritmo cardiaco, lograr buenos impulsos nerviosos, evitar insomnio, los calambres y mejorar los procesos hormonales y enzimáticos.
Antioxidantes verdes
Los antioxidantes son los encargados de evitar el envejecimiento y deterioro celular. Son perfectos para reducir los daños producidos por la contaminación ambiental y los tóxicos como puede ser el uso de cigarro.
Gracias a que estos estupendos vegetales también contienen vitamina A podemos disfrutar de sus beneficios, pues estas vitaminas son indispensables en nuestro organismo.
Los antioxidantes verdes mantienen nuestro sistema óseo, regeneran de la piel, rep0aran las mucosas de las células y ayudan a prevenir las cataratas, entre algunos de sus beneficios. Además, los vegetales verdes también contienen vitamina C, que por lo general se encuentra en mayor cantidad en los vegetales de color verde oscuro. Este nutriente sirve para formar colágeno, el cual ayuda a la regeneración de la piel y cicatrización de las heridas, también de los tendones y los vasos sanguíneos. A su vez, refuerza el sistema inmune y mantiene en perfecto estado los dientes.