Horas antes de que la embarcación más célebre de la historia chocara con un iceberg, una fría noche de abril hace 102 años, comenzó el fabuloso festín de 10 tiempos que los pasajeros de primera clase del Titanic, tuvieron el placer de degustar.

Todo estaba listo y dispuesto para catar un banquete estilo gourmet, acompañado por una loza finamente decorada con una guirnalda verde y el logotipo de la White Star line (naviera creadora de El Titanic), ubicada en todas y cada una de las mesas del restaurante À la Carte (a la carta; el único a la carta y de pago, pues en los demás restaurantes la comida estaba incluida en el precio del pasaje), para recibir las creaciones franco-británicas de la alta cocina de la época, realizado por Auguste Escoffer, por medio del chef Pierre Rousseau, quien iba en el barco.

Escoffier, fue un cocinero, restaurador y escritor culinario francés, que popularizó y actualizó los métodos de la cocina francesa tradicional, volviéndolo el chef más influyente de su época y el más conocido internacionalmente, por lo que tal reputación le sirvió para ser el elegido para confeccionar el mejor menú estilo clásico que se serviría en las mesas más exclusivas del barco más lujoso de su tiempo.

Desarrolló una buena parte de su trayectoria en Inglaterra, como chef del Hotel Savoy en 1892 y luego del Carlton de 1989 a 1921, al mismo tiempo que diseñaba los menús para la White Star Line.

En aquella época, la costumbre era poner todo en grandes platones, para que los meseros se los llevaran a su vez a las mesas en las que se encontraban los comensales para servirles, o en su defecto, lo hicieran por sí mismos.

El menú de Escoffer era de temporada, ya que en abril se cosechan los espárragos y el cordero es muy común en la pascua. En cada Course (tiempo) se sirvió un vino diferente. Al terminar la cena se ofrecieron diferentes frutas frescas y quesos seguido de café y cigarrillos, acompañado de Oporto junto con diferentes licores.

Mientras tanto, en las tres cocinas abajo, una turba de personas (más de 70 sólo en el À la Carte) trabajaban rápidamente para tener listo y a tiempo un desayuno que nunca llegaría. Las cocinas de primera y segunda clase se encontraban entre los comedores de sus categorías y en conjunto ocupaban toda la manga y 50 metros de la eslora.

También gozaban de todos los adelantos técnicos del momento para cocinar, almacenar y maniobrar los alimentos. Sólo para asar contaban con 19 hornos y varias máquinas para elaborar hielo, cámaras para preparar alimentos a baño María y hasta potentes batidoras.

Además, había diversas cámaras para conservar las 34 toneladas de carne fresca almacenada, cinco toneladas de pescado fresco, 800 manojos de espárragos, 40,000 huevos, 11 toneladas de carne de ave, casi 3,500 kg de tocino y jamón, 40 toneladas de patatas, 7,000 lechugas, 36,000 naranjas y la misma cantidad en manzanas, 16,000 limones, cientos de kilos de café, azúcar, té, leche, helado, mermeladas, pomelos, uvas, pan, harina, mantequilla, 15.000 cervezas y ocho mil puros de cortesía.

La vajilla del Titanic, se componía de 57,600 artículos en total, entre ollas y sartenes, 29,000 piezas como vasos, copas y platos de todo tipo, y 44,000 cubiertos.

Aquí les presentamos el menú de la primera clase:

· Primer tiempo: Bocadillos y ostras

· Segundo tiempo: Consomé Olga / crema de cebada

· Tercer tiempo: Salmón cocido con mouselina de pepino

· Cuarto tiempo:Filete mignon/pollo Lyonnaise salteado/vegetales rellenos de médula

· Quinto tiempo:Cordero con salsa de menta/ pato rostizado con salsa de manzana/sirloin con papas asadas /puré de zanahoria y guisantes/arroz hervido/papas hervidas con queso parmesano

· Sexto tiempo:Ponche romano

· Séptimo tiempo:Pichón rostizado con berros

· Octavo tiempo: Vinagreta de espárragos fría

· Noveno tiempo: Paté de foie gras/ Apio

Décimo tiempo: Budín Waldorf / duraznos en jalea chartreuse / eclairs de chocolate y vainilla / helado francés.

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