El whisky es una bebida compleja que por su alto volumen alcohólico existía la idea de no sería un buen acompañante para un platillo, una idea falsa de acuerdo a Matthieu Guerpillon, Brand Ambassador de Johnnie Walker Blue Label: “No existe un solo whisky, sino diferentes tipos de whisky. Y de acuerdo al estilo pueden ser especiados, ligeros, afrutados, con aromas a tabaco; pues el perfil aromático del whisky es muy amplio”, confirma el embajador acerca de estos whiskies con un envejecimiento de más de 20 años. Si se toma de ejemplo este whisky escocés con los aromas frutales que le caracterizan, se combinan muy bien con el caramelo percibido en boca, sin faltar la nota del chocolate y ligero ahumado que llenan el paladar; esta bebida tiene un maridaje especial: Raviolis au foie gras con salsa de trufa y chocolate. Al menos, es la sugerencia que ofrece el sommelier Matthieu Guerpillon. Cierto, el platillo presenta varios niveles de texturas y es de difícil elaboración; por lo que podría funcionar para disfrutarse en ocasiones especiales. Si lo que buscas es un maridaje más sencillo, de acuerdo al experto: unas lonjas de jamón ibérico van muy bien con este whisky.
Con agua y con té Para los conocedores del whisky, Johnnie Walker es un visionario que abrió una tienda en Kilmarnock, Escocia hace más de 200 años; el inicio de una destilería. Sin embargo, en ese entonces se vendía vinos y té. “Debido a este antecedente histórico –comenta el embajador de la marca–la familia Walker inició con la importación de tés, como el té Darjeeling proveniente de la India y el té negro Lapsang Souchong originario de China. Productos de alto consumo para británicos y escoceses.” Con la misma cultura del té en Escocia, se fue abriendo una nueva forma de degustar el whisky, en cocteles combinándolo con tés. Esta versión de beber whisky no está reservado para un gentleman , por lo que se recomienda experimentar con la siguiente receta: “Prepara media onza de té verde. Agrega la infusión y una onza de whisky. Mientras el té verde sea de buena calidad, el cóctel será muy aromático,”comenta el sommelier. Con la versatilidad del whisky aparecen cocteles especiales que combinan cítricos y una especie de aromas peculiares como el romero. Pero el whisky será bien apreciado mezclado con un poco de agua fría lo que permite intensificar los aromas. Degustándolo sólo; o en la versión clásica, “en las rocas.”La última recomendación del master blender Jim Beveridge, quien comenta que un whisky blend siempre será más accesible.