Manuel Alejandro Bernal Flores, sommelier del restaurante The Palm, del hotel Presidente InterContinental, es el ganador de la edición 2016 del certamen Joven Sommelier Mexicano, que en este año llega a su décimo aniversario. Mario Alberto Valdez y Ariadne Beristáin Gil Luna obtuvieron el segundo y el tercer sitio, respectivamente, en este certamen realizado, como ya es tradición, en la Finca Sala Vivé, de la Bodega Freixenet México, en San Juan del Río, Querétaro.

Visitas profesionales a bodegas mexicanas como Casa Madero, Monte Xanic y Freixenet; cursos y capacitaciones en reconocidas instituciones de formación vinícola; así como la oferta de empleo en empresas como Sonora Grill, forman parte del paquete de premios para los tres finalistas de este certamen que en su edición de aniversario reunió a casi una veintena de jurados provenientes del sector académico, de la industria restaurantera; del área vitivinícola; así como de sommeliers ganadores de pasadas justas que actualmente se desempeñan profesionalmente en el área de la restauración.

"Es un concurso que hemos hecho con mucha pasión y con mucho cariño. Nuestros premios no son de dinero en efectivo; todos se enfocan a una mayor formación, a obtener más y más elementos para el desarrollo profesional. El hecho de ser el Joven Sommelier Mexicano no es un edad; lo que buscamos es motivar a todos los egresados de los diversos cursos y diplomados para que participen, compitan, demuestren sus habilidades y busquen ante todo la superación profesional. Si no son finalistas, siempre tienen la oportunidad de volver a concursar una vez más.

"Freixenet siempre ha fungido como anfitriona del concurso; sin embargo es una labor en la que participan y apoyan diversas empresas y bodegas, además del apoyo incuestionable de los profesionales del vino que año con año se suman a esta justa con el propósito de dar una mayor y mejor formación a las nuevas generaciones de sommeliers mexicanos", dice Ricardo Espíndola, sommelier director del evento.

Un examen teórico referente a diversos temas de vinos y destilados, cata a ciegas, percepción de aromas y un ejercicio de servicio en restaurante son las pruebas que los concursantes deben superar con el mayor puntaje para aspirar a posicionarse entre la terna de finalistas del certamen. En esta ocasión se incluyó una mención especial a la Mejor propuesta de maridaje con cocina mexicana, que también correspondió a Manuel Alejandro Bernal Flores.

"Necesitamos más certámenes de esta naturaleza que nos permitan fomentar la exigencia y el espíritu de competencia entre las nuevas generaciones de sommeliers. Lo que pedimos es que los jóvenes pongan mucha atención en los aspectos teóricos; pero sobre todo que siempre muestren alegría a la hora de hacer su trabajo, que proyecten el conocimiento y el orgullo de nuestra cultura mexicana", expresa Jesús Diez, director de Vinicultura y uno de los miembros del jurado.

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