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Con esta etiqueta Moët & Chandon se renueva. Requirió de 10 años de envejecimiento y tres añadas diferentes para lograr el coupage perfecto desde la perspectiva de Benoît Gouez, chef de cave. Con una producción de 25 mil botellas, MCIII 001.14 busca estar a la vanguardia aprovechando sus 273 años de historia y conocimiento. Es un ensamble único que une tres maneras de añejamiento con tres bl e n d s diferentes: Pinot Noir y Chardonnay de la añada 2003 con fermentación y maduración en tina de acero inoxidable; una mezcla de su etiqueta Grand Vintage de los años 1998, 2000 y 2002 con reposo en barricas de roble y luego en toneles de metal; y finalmente una trilogía de Grand Vi ntage Collection de los años 1993, 1998 y 1999 la cual fue añejada, descorchada y reembotellada. Cabe destacar que después vendrá MCIII 002.16, una etiqueta bajo los mismos procesos.
Un oficio de artesano
Benoît Gouez es un entendido del terroir de la Champagne desde 2005. Él tiene una rica lectura sobre la expresividad y potencialidad de la uva y lo que la bodega Moët & Chandon busca transmitir con aquella sofisticación que la destaca. Para este winemaker, el destapar una botella no debería implicar el tener una celebración especial o un brindis, ya que cualquier momento es perfecto para compartir burbujas y marcar la espontaneidad del momento. “La champaña es un vino, que como cualquier bebida de esta categoría, tiene una gran diversidad de maridajes, ya que dentro de la categoría del papá de los espumosos podemos encontrar diversidad que dependen de los ensambles, edad de añejamiento y si pasaron por barrica o sólo tinas de acero inoxidable,”afirma Gouez.
Delirios espumosos
Para ejemplificar armonizaciones, el chef Oscar Portal de Studio Millesime, sugiere para el Brut Impérial (la etiqueta más longeva de la casa) acompañarla de pescados crudos como el atún, camarones o callo de hacha y elementos astringentes como el rábano o jengibre que ayudan a destacar las notas aromáticas de manzana verde y pan tostado además de la sensación en boca de burbujas sedosas con evocación a la pera y grosella. Otro ejercicio de maridaje para el Rosé Impérial -de tonalidades asalmonadas con presencia en nariz de fresa, pan tostado acompañado de levadura y que en boca deja una sensación untuosa y frutos rojos-, es ideal para cremas de mariscos como el bisque de langosta, clam chowder y verduras suaves de textura mantequillosa como la alcachofa.
Se vale romper las reglas
¿Cubos de hielo en una copa? Esto es impensable para los puristas del mundo del vino, sin embargo, para esta casa francesa es parte de su visión vanguardista y dedicado a las nuevas generaciones. Para primavera-verano, ellos apuestan por Moët Ice Impérial, el primer champagne al cual está permitido agregar además de hielo, rodajas de limón amarillo, toronja y trozos de frutas rojas. La etiqueta que rompe protocolos e ideas de protocolo que se tienen acerca de esta bebida asociada con la elegancia que ahora nos presenta una nueva personalidad.