La promoción del vino mexicano y el reforzamiento del mensaje de que es una bebida idónea para acompañar alimentos, son algunos de las pautas que se siguen para aumentar su consumo y que se aprecien los caldos nacionales, comenta Gabriel Padilla Maya, director general del Consejo Mexicano Vitivinícola, en el marco de la promoción del festival gastronómico Sabores Polanco.

“Hace 10 años se consumían 250 mililitros de vino, hoy en día ha aumentado a 750 mililitros. Prevemos que en 10 años sea de 950 mililitros, eso significa aumentar la capacidad de producción y la promoción. Si no estamos presentes en este tipo de eventos y hacemos que los restaurantes y centros de consumo se vuelvan aliados nos costará más trabajo,”argumenta Padilla.

Añade que anualmente se consumen 10 millones de cajas, 120 millones de litros de vino, del cual el 70% es importado principalmente de Chile, Argentina, España y Francia; México solo participa con el 20% del mercado nacional. Es decir, de cada 10 litros que se consumen dos son mexicanos.

“Nuestro país aún no es competitivo porque tiene diferentes escalas de precio y producción a comparación de España, Francia y Sudamérica, de quienes hay qué decir que tienen estudiado a México porque el consumo y las ventas crecen a un ritmo de dos dígitos. Se está importando mucho vino a granel sobre todo para el sector turístico, el vino que se ofrece es all inclusive,”afirma.


Falta una regulación

En cuanto a la Norma 199 que busca regular las bebidas alcohólicas, Padilla Maya está de acuerdo porque ayudará a tener un “vino mexicano con mínimo 85% de uva local en su elaboración. Hay que decir que existen caldos a granel que no cumplen con las denominaciones de origen,”enfatiza.

También refiere que en Europa está bajando el consumo de vino entre 3 y 4% anual debido al aumento de consumo de whisky y vodka, por lo que esas bodegas están mirando hacia nuevos mercados.

“Antes en Europa el vino era considerado como un alimento nutricional, ahora su consumo va en caída y en consecuencia, se desplaza a mercados emergentes como el mexicano. Por lo tanto urge tener regulaciones para la producción nacional e internacional; ese puede ser un aliento a la industria y a la producción del país,”comenta.


Disminución de precios

“Necesitamos impulsar infraestructura en México con ayuda del gobierno, la carga impositiva de una botella que pudiera valer 100 pesos en costo con IEPS e IVA es de 147 pesos, el 47% de una botella es impuesto que paga el consumidor. Hay que cambiar y entender que el vino es una parte de nuestra dieta, no una bebida alcohólica, obviamente con una campaña de promoción de consumo responsable. El vino tiene las restricciones al igual que un ron o un brandy; el vino debe ser un acompañamiento de la comida”, finaliza.

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