Hay varias maneras de extraerla: del mar, de manantiales, de las minas y hasta de plantas al hervir sus hojas. Su consumo moderado ayuda a mantener funciones del cerebro en perfecto estado ya que el sodio y el cloruro, -los elementos que componen a la sal-, ayudan en el envío de impulsos eléctricos a través del sistema nervioso.
Esta roca comestible puede variar en color y en sabor, recorre algunas de sus variedades en el siguiente listado:
Flor de Sal
Se forma en la superficie del mar, usualmente se recolecta al suroeste de Europa (en el Atlántico y en el Mediterráneo). De sabor delicado, esta sal de cristales crujientes e irregulares se pulveriza al tacto con los dedos. Se disuelve muy bien en líquido por lo que es conveniente para sopas al momento de servir aves y carnes rojas. Francia, Portugal, Canadá, España y México (estado de Colima) la producen. Pruébala sobre una tableta de chocolate amargo.
Celestún
En la Península Yucateca desde muy temprano se recolecta esta sal en arneses de madera y costales de henequén para filtrar| el agua. Su color rosado proviene de un diminuto crustáceo que vive en el mismo hábitat, alimento propio de los flamencos rosas al cual se le atribuye el color de su plumaje. Otras sales con esta tonalidad son la Himalaya y la Hawaiana. Aprovéchala en ensaladas, pescados y mariscos.
Gris
Desde tiempos de la cultura celta, esta sal también se recolecta manualmente de la lenta evaporación del agua de mar, la sal se acumula en los canales de arcilla cerámica en el fondo de las salinas. En los Andes también se encuentra en las minas ubicadas en los cerros nevados. Es baja en sodio y rica en hierro, calcio, potasio y magnesio. Su textura es húmeda, lo cual es perfecto para cortes de carne en el asador, pues evita la resequedad.
Negra
Proveniente de la India y de origen volcánico, es ideal para quien tenga prohibido el sodio en su dieta. De un salado sutil y sabor sulfuroso, en la cocina vegana se utiliza para añadirle sabor al huevo en algunas de sus recetas. Pon un poco de esta sal sobre gajos de mandarina para aumentar el apetito antes de comer.
Prepara sales en casa
En un molcajete limpio y seco pon una cucharada sal de grano con la hierba aromática de tu preferencia, martaja suavemente y luego incorpora cuatro cucharadas más de sal. Guarda tu mezcla en un frasco de vidrio pequeño limpio y perfectamente seco.
Si te gusta el té chai, agrega en el molcajete una pieza de anís estrella con una raja de canela, cinco granos de cardamomo, dos rodajas delgadas de jengibre seco y una pimienta gorda. Cuando todo esté perfectamente molido, agrega seis cucharadas de sal de grano.