Muchos de estos platillos que ponen fin a nuestras comidas, podrían ser una oda al lujo existente en nuestros días. Y es que muchas de las personas que habitan este planeta, normalmente, se conformarían, para tomar el postre, con unas galleras, un helado o algunos dulces. No obstante, para muchas otras personas, el postre debe ser único, irrepetible y algo para la posteridad. Prueba de ello son los siguientes postres que han impactado a muchos no sólo por sus ingredientes, también por su precio.
The diamond Fruitcake
Nunca una tarta había costado tanto, 1.65 millones de dólares. ¿La razón? Esta obra culinaria, creada por el pastelero japonés Jeong Hong- Yong, está cubierta por 223 diamantes.
Seguramente,este pastel es una de las obras gastronómicas que más tiempo ha llevado en su preparación: seis meses para la planeación y uno más para hacer de esta tarta un postre comestible.
Strawberries Arnaud
El postre por excelencia de la ciudad más grande de Louisiana, Nueva Orleans. Consiste en una mezcla patentada de bayas de un color rojo brillante con helado de vainilla, salsa de vino, crema batida y menta cuyo valor se encuentra en 1.4 millones de dólares.
Ice cream-Three Twins Ice Cream
Es, sin lugar a dudas, el helado más caro de la historia, 60 mil dólares. Pero este helado, además de estar elaborado desde el glaciar de Monte Kilimanjaro en Tanzania, incluye un viaje a África para su degustación. Además, la adquisición de este postre contiene un hospedaje en un hotel de cinco estrellas y una camiseta de recuerdo.
Chocolate pudding –Lindeth Country House Hotel
Este budín es una obra del chef Marc Guibert, está hecho a partir de chocolate de alta gama, caviar de oro coronado con un diamante de dos quilates. Además, los cuatro mejores chocolates belgas han sido seleccionados exclusivamente para realizar este postre, el cual tiene que cocinarse con tres semanas de antelación y cuyo precio es de 35 mil dólares
Golden Cannoli-Jasper Restaurant Kansas
Creado gracias a la unión del chef y propietario del restaurante Jasper, así como de uno de los joyeros más famosos del mundo, Tivo Jewelers, este cannoli se hace a partir de queso ricota batido con trozos de chocolate, limón y frutos secos, todo envuelto en un pan de oro comestible y espolvoreado con azúcar.