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El uso excesivo de bebidas azucaradas para mitigar el calor debe evitarse, ya que su ingesta en grandes cantidades se asocia al riesgo de desarrollar sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
El coordinador de Nutrición de la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Fredy Nava Raygoza, destacó la necesidad de cambiar el estilo de hábitos para hidratarse en un clima de altas temperaturas como el que se presenta en la entidad.
Es común que en esta temporada de calor, indicó, la gente recurra al consumo de bebidas azucaradas y refrescos, en vez de tomar la cantidad necesaria de agua natural, para reponer los niveles perdidos.
"Un alto consumo de azúcar provoca resistencia a la insulina, problemas de sobrepeso y diabetes, es importante llevar a cabo una dieta equilibrada no sólo en lo alimenticio, sino también en la ingesta de líquidos" , subrayó.
Señaló que las bebidas azucaradas y refrescos aportan mayores niveles de energía que muchas veces el cuerpo no utiliza. Destacó que es un error tratar de reemplazar la pérdida de agua y electrolitos con bebidas azucaradas o gaseosas, pues el estado de saciedad es temporal.Si bien es cierto que sí aportan cierta cantidad de agua, anotó, su contenido calórico es elevado, por lo tanto al poco tiempo habrá sed nuevamente.Recomendó para este periodo, consumir de dos a tres litros de agua natural e incrementar la ingesta de fruta fresca para mantener los niveles de hidratación.
Nava Raygoza planteó que en casos donde se presentan pérdidas excesivas por exposición al sol, es necesario el consumo de electrolitos, a través de sueros orales para evitar la deshidratación.
Los sueros se deben tomar de manera pausada, ya que su ingesta en cantidades excesivas también pueden provocar una reacción contraria como la pérdida de líquidos.
"El cuerpo así reacciona cuando le suministras algo en cantidades mayores a lo que realmente requiere para su bienestar y funcionamiento adecuado" , puntualizó.