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Inicia la Semana Santa; es muy probable que Usted y su familia aprovechen para tomar un merecido descanso. Quizá necesite provisiones para el camino, servicios de restaurante, hotelería, entre otros más. Sin embargo, aun si permanece en su residencia, nos permitimos hacerle una atenta invitación a reflexionar sobre la importancia del turismo para el desarrollo económico y social de México.
En lo que va de la década, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el turismo ha aportado en promedio el 8.6% del Producto Interno Bruto (PIB). En 2018, según la Secretaría de Turismo, el sector empleó a 4.1 millones de personas y el Banco de México indica que, en el mismo año, los ingresos provenientes de viajeros internacionales fueron 22,509 millones de dólares, de los cuales el 99% correspondieron a turistas quienes en promedio gastaron 490 dólares diarios.
Un turista requiere de diferentes bienes y servicios, INEGI estima que en 2017 el 29% del PIB turístico fueron los servicios de alojamiento, 18% los servicios de transporte y los relacionados, 15% restaurantes, bares y centros nocturnos, 2% los servicios asociados a deportes, recreación y cultura, el resto se constituye por la venta de artesanías y otros servicios que incluyen al comercio, a los servicios financieros, a las agencias de viaje, entre otros más. Además, una zona turística, por fuerza, deberá estar dotada de infraestructura básica, parque urbano, hospitales, centros de capacitación, negocios, entre otros.
De acuerdo con el ranking de la Organización Mundial del Turismo, en 2017 México descendió hasta la séptima posición, principalmente por alertas de viaje de Estados Unidos a sus ciudadanos de no viajar a algunos estados mexicanos por la inseguridad, la apreciación del peso y otros factores, lo alarmante es que este año podría perder dos posiciones más, pues se están evaluando los datos de Alemania y Reino Unido.
El descenso en ranking internacional es reflejo de que, como País, estamos dejando de lado la importancia del sector desaprovechando importantes zonas con alta vocación turística y con decisiones que en materia de infraestructura, no son específicamente benéficas o al menos parecen no haber considerado su relevancia para el sector, como la cancelación del NAICM o la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México.
El turismo aporta conocimiento y amplía la cosmovisión de los involucrados. La interacción motiva un mayor conocimiento sobre la cultura, el medio ambiente, el arte, los estilos de vida, los códigos morales, los procesos productivos e incluso es un fuerte impulsor de la innovación. En México, algunas comunidades han aprovechado sus recursos naturales para ofrecer a los turistas experiencias completas en el interior de la naturaleza; esto demanda esfuerzos educativos tanto para visitantes como para turistas, que desde muy jóvenes debieran entender la importancia de la actividad y del cuidado al medio ambiente.
Todo lo anterior tiene impactos significativos en el desarrollo personal de los visitantes y de los residentes. La derrama económica en principio tiene un efecto multiplicador que permite a la economía local tener mayor dinamismo e incluso desarrollar inversiones, como nuevos caminos, mantenimientos, espacios de alojamiento, entre otros. De manera indirecta, esto podría desarrollar nuevos empleos y actividades productivas en la región.
Lo cierto es que en México se debe desarrollar una menor dependencia del turismo de ocio y transitar en paralelo a otros, como el turismo de negocios, el ecoturismo, el cultural, histórico, arqueológico e incluso médico, entre otros.
Es necesario un trabajo conjunto entre autoridades, iniciativa privada y otros actores como la banca de desarrollo y los organismos encargados de la seguridad pública. Un plan sectorial con visión de largo plazo, que considere tendencias emergentes en el mercado turístico, obedezca a las vocaciones regionales, que motive un mayor gasto por parte de los turistas y que alinee los esfuerzos y prioridades, es en absoluto una de las principales necesidades del País. Es sumamente importante la creatividad y precisión en esta tarea, además de un mejor aprovechamiento de la tecnología y la promoción digital. Esta estrategia debe ser incluyente y fomente destinos que tradicionalmente no eran considerados, así, generamos una industria sostenible y sustentable que genera desarrollo económico con valor agregado, así como una derrama social y económica a los mexicanos.