Mauricio Millán C.

Industria 4.0 y T-MEC abren una ventana de oportunidad a México

19/02/2019 |01:58
Redacción El Universal
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En el año 2016, en el Foro Económico Mundial se acuñó el término “Fourth Industrial Revolution” es decir, la Cuarta Revolución Industrial. ¿Qué significa? Se trata de una disrupción tecnológica en prácticamente todas las áreas de la cadena productiva.

Específicamente, algunas de las tendencias que convergen en la Industria 4.0, como también se le conoce, son la digitalización e interconectividad, la automatización inteligente y la eficiencia energética; se caracterizan por fusionar los ambientes físicos, digitales y biológicos.

Su relevancia en la economía mexicana es notoria. El sector industrial mexicano, y principalmente las manufacturas, tienen una amplia capacidad de generar valor agregado y empleos bien remunerados; por ello, potenciar sus rendimientos a través de la incursión en la Industria 4.0 resulta primordial, no sólo por los beneficios esperados, sino porque el rezago podría implicar costos muy altos.

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México cuenta con una industria manufacturera sólida, dinámica, con claras oportunidades de crecimiento. En el año 2017, según datos de INEGI, aportó 18.3% del valor agregado de la economía nacional y cerca de 6 millones de empleos, esto es 15.3% del total del país.

¿Qué se requiere para que la industria mexicana se integre a la Cuarta Revolución Industrial? Hace falta una agenda estratégica que culmine e integre los esfuerzos que se han venido realizando por parte de los diferentes organismos empresariales y gobiernos, para fomentar esta transición . Es un proceso que engloba prácticamente a todos los participantes de la economía. Se requieren cambios, como la absorción de nuevas tecnologías, uso de machine learnig, big data , Internet de las Cosas y ciberseguridad, sólo por mencionar algunos.

Es importante mencionarlo, no se trata para nada de una tendencia que ataña únicamente a las grandes empresas. De hecho, México tiene la oportunidad de integrarse desde la base, es decir, desde las pequeñas y medianas empresas. Para que esto sea viable, se requiere de un ecosistema adecuado para la innovación, la inversión y la conversión de procesos.

Se trata de observar de manera global este concepto, no sólo desde la óptica de usuarios de la tecnología para la mejora de actividades y procesos, también se precisa de empresas que estén dispuestas a innovar, desarrollar nuevas tecnologías, procesos de automatización y digitalización . Ahora mismo, con la negociación y ulterior firma del T-MEC, en un contexto global complicado, principalmente por las tenciones comerciales entre Estados Unidos y China, México y la región latinoamericana tienen grandes oportunidades que deben aprovecharse.

El T-MEC tiene consideraciones muy específicas en materia de propiedad industrial, derechos de autor, marcas y patentes, por lo que esto no es una consideración para no invertir en innovación. Es por supuesto un tema muy delicado para las empresas, pero estar inmerso en la materia, permitirá una mejor protección para quienes deseen hacerlo.

El desarrollo sustentable y social, son parte de los beneficios esperados de la integración a la Industria 4.0. Hacer más eficientes los procesos y desarrollar nuevas áreas de negocios, donde tradicionalmente no había opciones rentables, podría generar beneficios significativos al ambiente, nuevos y mejores empleos.

Para México y sus empresas el T-MEC, y la Industria 4.0 representan una oportunidad invaluable para el desarrollo de una evolución de la estructura industrial, y con ello reconfigurar la cadena de valor actual. A diferencia de 1994, esta vez las ventajas competitivas serán la capacidad de integrarse a los procesos de digitalización y automatización de procesos.

“La inversión en conocimiento paga el mejor interés”, esta frase de Benjamín Franklin cobra mucho sentido en el contexto actual. Las empresas, las Cámaras y Asociaciones tienen un gran momento. Asimismo, cabe resaltar la relevancia del CONACYT que no debe perder su hilo conductor en este sentido de apoyo a todo tipo de empresa de incorporarse a la I4.0 y no dejarlo solo a las instituciones académicas. La capacitación, la búsqueda de asesorías y consultorías especializadas en la materia les ofrecerán el mejor panorama y el desarrollo de nuevas oportunidades.

Mauricio Millán C
Vicepresidente de Consultores Internacionales SC