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El pasado lunes 16 de octubre recibí del INE la constancia que me acredita como aspirante a candidato independiente al Senado de la República por mi natal Sinaloa. Desde que manifesté mi intención arrancó una campaña orquestada por mis detractores, orientada a desacreditarme en redes sociales. Esta ha estado enfocada en dos cosas, más las que se acumulen esta semana, como los pronósticos deportivos.
La primera es difundir reiteradamente la idea de que “no hice nada” como diputado federal. La segunda es acusarme de chapulín porque solicité licencia al cargo de diputado federal para buscar la senaduría. En Sinaloa el partido a vencer la próxima elección es el PRI, que como sabemos se encuentra inmerso en un gran descrédito derivado de la indignación social contra el gobierno de Enrique Peña Nieto y la descomunal corrupción de muchos gobernadores priístas. La gente grita: ¡Ya basta!
También el pueblo sinaloense está muy molesto por la corrupción del sexenio anterior de Mario López Valdez, con quien desgraciadamente el gobernador Quirino Ordaz acaba de sellar un pacto de impunidad aprobándole las cuentas públicas de su sexenio.
En Sinaloa el Partido Acción Nacional viene en caída libre porque sus dirigencias lo vendieron al gobierno malovista y al narcotráfico, convirtiéndolo en un negocio particular de los dirigentes, traicionando los principios de dicho instituto político. Recordemos el caso de Lucero Sánchez, llamada popularmente la Chapodiputada, quien fue postulada por el PAN en una alianza con el Partido Sinaloense (PAS), que dirige Héctor Melesio Cuén.
Es en este contexto en el que se da el inicio del proceso electoral en Sinaloa. Mis detractores son demasiado obvios y creen que a base de repetir una mentira ésta se convierte en verdad.
Por mi parte hemos integrado un buen equipo humano comprometido con un mejor Sinaloa. Destaca mi compañera de fórmula Lupita Saldaña, quien tiene una larga trayectoria social en el norte del estado. Su suplente es una profesional de la arquitectura y del urbanismo, su nombre es Solangel Sedano. Mi suplente es el conocido, entusiasta y servicial chef Miguel Taniyama de Culiacán, quien el pasado proceso electoral local fue candidato independiente a una diputación.
Así logramos integrar al empresario Humberto Alfaro, para que aspire a la diputación federal por el 5º distrito y otra vez a los culichis la posibilidad de conservar este distrito que ya conquistaron los ciudadanos y que esperamos que no se lo regresen a los partidos.
Igual invitamos en el municipio de Ahome a Paul López, un conocido activista del servicio social en el norte del estado para que aspire a la diputación federal en su distrito, y así ofrecer a los sinaloenses la alternativa de no sólo conservar el distrito 5º, sino ganar el de 2º de Ahome y la senaduría un servidor, con lo que estaríamos dando un gran avance político-territorial para buscar la gubernatura en 2021 con posibilidades reales de ganarla.
Atemorizados por la aceptación que está teniendo nuestra oferta política, mis detractores del PRI y del PAS olvidan que Quirino Ordaz, actual gobernador fue chapulín, que Rosa Elena Millán y Héctor Melesio Cuén lo fueron también, pero lo verdaderamente grave es que Rosa Elena y Quirino fueron compañeros diputados con un servidor en la 63ª Legislatura y nadie se acuerda de lo que ellos hicieron en su gestión, por lo que me veo en obligación de recordárselo a los sinaloenses. Ambos en octubre de 2015 votaron a favor del “gasolinazo”, cuando aprobaron el aumento del IEPS a la gasolina y el diésel, y junto con ello la fórmula con la que Hacienda fijaría el precio de los combustibles hasta el último día de diciembre de 2017, ya que a partir de enero de 2018 quedará al libre mercado.
Yo, junto con los diputados de Morena y cuatro del PAN votamos en contra porque consideramos que mientras el gobierno no controlará sus gastos, no combatiera la corrupción y no mejorará los servicios que presta a los ciudadanos, no deberíamos darle más impuestos.
Diputado federal independiente.
@ ClouthierManuel
