Vicente Fox, al asumir la presidencia en el año 2000, anunció el desmantelamiento del CISEN como órgano de espionaje político, y abrió los archivos de la institución al público, incluyendo los de la Dirección Federal de Seguridad (DFS)

La DFS fue una institución que sirvió a muy oscuros fines; sabemos que participó en la masacre estudiantil del 68. También que participaba en actividades de protección al narcotráfico, y a su vez fue brazo ejecutor de muchos asesinatos políticos y de periodistas como el caso Manuel Buendía.

En aquellos años siendo yo director del periódico Noroeste en Sinaloa, me amenazaron al periodista José Manuel Salas, quien era reportero y editor de la sección policiaca. Le dije: “Salas, no puedo correr ningún riesgo, necesito sacarte del estado por un tiempo. Búscate una investigación qué realizar para que no te vayas huyendo, sino a trabajar”. Salas se fue al D.F. A hurgar en los archivos del CISEN que habían sido depositados para su consulta en el Archivo General de la Nación.

Lo de las amenazas a Salas solo fue un susto, pero a su regreso a Culiacán me trajo copia del expediente del CISEN de mi padre Maquío; era un legajo pequeño en su versión pública, con algunas estupideces, nada relevante y que no fuera ya público en los libros que habíamos editado la familia.

Hoy sin embargo, hemos tenido conocimiento de una nueva versión de dicho expediente que sospechosamente ha sido engrosado con anexos, así da cuenta Pedro Villa y Caña de EL UNIVERSAL, en su nota publicada el pasado 11 de mayo.

La sospechosa versión tiene en sus anexos muchas mentiras y contradicciones que buscan denostar y difamar el buen nombre de mi padre. Es totalmente falso que un administrador de él haya resultado culpable de delito alguno y que fuera encarcelado. Igualmente es mentira que Maquío haya sido socio de la familia Robinson Bours y de Jorge Coppel Careaga. La Arrocera Aurora fue propiedad de don Abelardo Esquer, esposo de la luchadora social Meche Murillo, por lo que es totalmente falso que haya sido de Maquío. Mi padre nunca fue candidato a la presidencia municipal de Culiacán por ningún partido político, tampoco fue accionista de algún banco. Esto es solo para ilustrar la poca credibilidad que puede tener el informe de marras.

Es evidente que la “nueva versión” del expediente busca vender una “verdad oficial” sobre Maquío: un hombre multimillonario, agresivo, que buscaba proteger sus privilegios, que servía a intereses extranjeros, que era un conservador, vinculado con el narcotráfico, explotador de sus empleados, hombre de aspecto abominable; en fin, puras pendejadas.

Maquío se enfrentó al sistema en los 70’S cuando encabezó el movimiento en defensa de la tierra contra las invasiones y expropiaciones en Sonora y Sinaloa, promovidas por el gobierno socialista y populista de Luis Echeverría. Publicó desplegados en el Excélsior donde dejó manifiesta su posición sobre aquellos hechos.

El sistema reaccionó torturando a Leobardo, un trabajador del campo del Ing. Héctor R. González, y quisieron que firmara una declaración acusando a González y a Maquío de promover una sublevación armada contra el gobierno. Leobardo resistió y se exilió de Sinaloa.

Maquío vuelve a enfrentarse al gobierno en 1982 en defensa contra la expropiación de la banca que decretó el frívolo y populista José López Portillo. Maquío era entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial y público en diversos periódicos nacionales un desplegado titulado “Aclaraciones necesarias”. Además promovió el movimiento México en la libertad y en noviembre de ese año fue invitado por Don Francisco Ealy, presidente y director del Universal a colaborar en sus páginas editoriales, y así lo hizo hasta su muerte en 1989.

En 1984 se afilia al PAN y se enfrenta al régimen autoritario siendo candidato a la gubernatura en 1986 y candidato a la presidencia en 1988, buscando democratizar nuestro país.

Es decir de 1975 a 1989, el viejo régimen priista tuvo oportunidad de actuar legalmente contra Maquío si las estupideces que señala el expediente hubieran sido ciertas.

Maquío cumplirá 30 años de fallecido este año y ya lo juzgó la historia. Fue un hombre digno, generoso y bueno que hizo muchas cosas por sus trabajadores, su estado y su país; y que sacrificó todo, bienes, salud, familia y la vida por un México mejor. ¡Maquío fue un patriota!

La verdad es que sus enemigos padecen el complejo del sapo, que cuando aplasta a la luciérnaga, esta pregunta, ¿por qué me aplastas? Y el sapo responde… ¡porque brillas!


Ingeniero industrial y empresario

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