En el escenario político del país, el estado de Guanajuato luce como una excepción. Fue la única entidad federativa que se sustrajo al llamado tsunami electoral morenista.

Ahí ganaron los candidatos de la Coalición Por México al Frente a la Presidencia de la República y a la gubernatura. También conquistaron la mayoría en el Congreso local. El PAN obtuvo la victoria en 25 de los 46 municipios, entre ellos la capital y las principales ciudades. Salvo Salamanca, todo el corredor industrial siguió pintado de azul.

Lo más notable es la holgada ventaja del candidato a gobernador, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo. Será el octavo gobernador del PAN al hilo —incluidos los interinos— dentro de un contexto electoral dominado por el voto de castigo y la alternancia.

Desde 1991 la titularidad del Ejecutivo guanajuatense ha estado bajo la responsabilidad de Acción Nacional. Tocó al primero, Carlos Medina Plascencia, lograr un Consejo Electoral Ciudadano, referencia para consolidar la transición democrática nacional.

Le siguieron Vicente Fox, quien años después rompió el monopolio del PRI sobre el Palacio Nacional; le sucedieron Ramón Martín, Juan Carlos Romero Hicks, Juan Manuel Oliva, Héctor López Santillán y Miguel Márquez. Toda una época de gobiernos humanistas, con diversas tonalidades y valoraciones, modelo al que los ciudadanos le ratificaron su confianza el pasado primero de julio.

Ayer 26 de septiembre, Diego Sinhué tomó posesión. En su mensaje inaugural sostuvo: “Guanajuato ha sido uno de los estados capaz de transformar la democracia y el voto en resultados concretos para el bienestar de la gente… Aquí el voto sí se ha traducido en mejores gobiernos (…) que a lo largo de 27 años han tenido visión de largo plazo y capacidad de planeación…”

Hizo un recuento: “recibimos a un Guanajuato con una economía fuerte y competitiva (…), contamos con una política social que nos ha ayudado a reducir la pobreza extrema…”.

El Índice Estatal de Capacidades para el Desarrollo Social (IDES) 2018, de la organización Agencia para el Desarrollo (GESOC), ubicó a Guanajuato dentro de las tres mejores entidades del país —con puntuación 80.9 de un ranking de 0 a 100— con nivel óptimo que se requiere para implementar una política social efectiva para reducir los rezagos sociales. (Informe al Senado 24/09/18).

Agregó: “recibimos a un Guanajuato que es con orgullo el destino cultural de México (…) un gobierno con finanzas públicas sanas y fuertes (…) Aquí no estamos recibiendo ruinas. Al contrario. Aquí podemos construir, sobre base firme, una nueva etapa de progreso…”.

Trazó enseguida los cinco ejes de la nueva administración: regresar a las familias seguridad, paz y tranquilidad; fomentar el crecimiento económico sostenido e incluyente; dar un renovado impulso al desarrollo social; impulsar la sustentabilidad y los recursos naturales; y darles a los guanajuatenses buen gobierno con gobernanza democrática.

Hizo un llamado de alcance nacional: “Los resultados del proceso electoral plantean un nuevo ciclo en la historia política del país… se destaca la presencia de un núcleo político mayoritario, pero no aniquilaron el pluralismo político… nuestro estado es la prueba de que el mandato popular es la suma de diversas voluntades que deben coordinarse… no tenemos duda, habremos de encontrar muchas coincidencias con la próxima administración federal… Y en donde haya desacuerdos nos esforzaremos para que prevalezca la racionalidad y la tolerancia. El signo más importante del nuevo ciclo político nacional debe ser el diálogo”.

Resumió: “somos un estado llamado a hacer grandes cosas y lograr grandes metas, porque así como no se explica Guanajuato sin México, tampoco México se explica son Guanajuato”.

Analista Político. Lf_bravomena

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