La implementación de medidas de política económica responsables, por parte del gobierno federal, y los resultados tangibles de las reformas estructurales, han fortalecido la economía mexicana, cuyo motor es el mercado interno, traduciéndose en la creación de empleos permanentes y bien remunerados.
Lo anterior revela un hecho fundamental que no debemos eludir: pese a un entorno internacional adverso y volátil, nuestro país crece y genera empleos de calidad, en beneficio de las familias mexicanas.
Existe consenso entre los especialistas sobre los beneficios económicos y sociales de los empleos estables y bien pagados para promover el desarrollo, así como para combatir la pobreza y la desigualdad.
A pesar de los desastres naturales y los sismos registrados en el país y el contexto internacional adverso, la Reforma Laboral ha tenido resultados positivos en materia de empleo. Para dimensionar la trascendencia de este tema, basta señalar que al 30 de septiembre de 2017 se tienen registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) poco más de 19.4 millones de puestos de trabajo, de los cuales 86% son de tipo permanente.
Con dicha cifra se superan los tres millones de empleos en lo que va de la actual administración, al alcanzar un total de 3 millones 133 mil 980 puestos, cifra sin precedente en la historia del país. Este aumento es 2.3 veces mayor que lo creado en el mismo periodo del anterior gobierno, e incluso superior que lo creado en los seis años completos de cualquiera de las administraciones pasadas.
Además, se trata de nuevos empleos cada vez mejor pagados. De total de empleos creados, menos del 10% gana el salario mínimo y 54% más de dos salarios. Durante el periodo enero-septiembre del presente año, se crearon 812 mil 292 puestos, el mejor crecimiento reportado desde que se tenga registro en periodos iguales, y 291 mil 670 empleos o 56.0 por ciento más, que el promedio reportado en el mismo lapso de los 10 años previos.
La generación de empleo en septiembre pasado fue de 136 mil puestos, lo que significa 28.3 por ciento más que el promedio reportado en los meses de septiembre de la década anterior. De esta manera, se acumulan 20 meses históricos de la creación de empleos, de los cuales 14 corresponden a esta administración.
Por último, la variación del empleo en los últimos 12 meses es de 802 mil 514 puestos, equivalente a una tasa anual de 4.3 por ciento. Este aumento fue impulsado principalmente por el sector agropecuario con un crecimiento de 8 por ciento, transportes y comunicaciones con 6.7 por ciento y transformación con 5.2 por ciento.
La tendencia indica que el empleo formal está creciendo a tasas superiores a las de la economía nacional, lo que obedece a la prioridad que el Gobierno de la República ha dado a esta política pública fundamental y al impacto favorable de la reforma laboral.
En general, la economía está generando empleos permanentes, bien remunerados, que se están materializando en beneficios concretos para los trabajadores, que hacen de este el mejor sexenio en empleos.
Esta mayor generación de empleos formales ha conllevado a un descenso de las tasas de desocupación e informalidad, lo cual se ha traducido en el mejoramiento sistemático del bolsillo de las familias mexicanas y de la economía en su conjunto.
Senadora de la República. Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables