“Jorge y Javier fueron privados de la vida por elementos del Ejército Mexicano”.

“Existen las evidencias necesarias para determinar el uso arbitrario de la fuerza”.

“Se observó la falta de colaboración en la investigación”.

“Se manipuló el lugar de los
hechos”.

“Se violó la seguridad jurídica por la indebida preservación de las evidencias”.

“Se debe de hacer efectiva la reparación del daño a las víctimas”.

Estas frases que normalmente inundan los expedientes que dan cuenta sobre las violaciones de derechos humanos en todo México, fueron pronunciadas, inusualmente, por un miembro clave del Estado: la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

El momento de justicia sucedió el pasado 19 de marzo, en el Tecnológico de Monterrey (Tec) campus Nuevo León, donde se congregaron varios funcionarios que ofrecieron una disculpa pública a los padres de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo por el uso excesivo de la fuerza con el que fueron torturados y asesinados sus hijos.

Acompañamiento

El reconocimiento del Estado mexicano se logró principalmente por la determinación de los padres de Jorge y Javier, quienes han luchado nueve años. El acompañamiento inicial y esencial lo hicieron un grupo de estudiantes del Tec de Monterrey quienes hoy se congregan bajo el movimiento de #TodosSomosJorgeyJavier. Fueron los estudiantes quienes pusieron freno a la versión oficial que acusaba a las víctimas de ser narcotraficantes armados “hasta los dientes”. Son los mismos estudiantes quienes denunciaron la forma cómo las autoridades del TEC ordenaron limpiar la sangre de los becarios de excelencia, de la misma forma en que hoy aspiran aclarar su imagen.

El cine también puso su magia. El director del documental Hasta los Dientes, Alberto Arnaut, se inició como cineasta bajo el impulso de la indignación. Arnaut conocía de los talentos de Javier y había constatado cómo alguna vez fue recibido en hombros en su lugar natal por ser considerado un “genio”. La cuidadosa investigación de él y Pedro G. García, logra la narrativa que cuestiona de fondo la versión fragmentada y desordenada de un expediente penal. La cinta fue distribuida por Ambulante en su gira de documentales el año pasado. Las proyecciones fueron un acto de denuncia y son las precursoras de este acto de justicia.

¿Qué sigue?

Santiago Aguirre, director del Centro Prodh, ha alertado de los riesgos que acompañan esta oportunidad. A nueve años de la tragedia, todavía está pendiente el proceso judicial en contra de los acusados por el homicidio de Jorge y Javier. La falta de sentencia deja abierta la posibilidad de que, a pesar del reconocimiento de responsabilidad de las autoridades del Estado, no se logre concluir el ciclo de justicia y el delito quede impune.

Las palabras de Rosa Mercado, madre de Jorge, nos compromete a acompañarla en el camino pendiente: “Aún nos falta justicia. Sabemos que es un proceso que se lleva mucho tiempo… Sólo pedimos justicia conforme a derecho y esperamos contar con todo su apoyo".

Ahí estaremos para que el impulso de este momento no se pierda.

Abogada

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