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De nuevo, el Anuario Estadístico de Cine Mexicano, ahora de 2018, publicado por el IMCINE, nos permite un acercamiento cuantitativo a la situación de esa industria, expresión cultural y en raras ocasiones arte. Las cifras son elocuentes y aquí solo una probadita.
— El producto interno bruto del país creció un 2 por ciento, el “sector cultura” 5.3 y el cine 7.4. Representó el 0.10% del PIB de la economía nacional. (Son las únicas cifras correspondientes a 2017, las que siguen son de 2018).
— Se produjeron 186 películas, cifra récord. Desde el 2002 cuando se realizaron 14, el número no ha dejado de crecer. 99 fueron apoyadas por el Estado y 87 resultaron de producción 100% privada. 79 fueron documentales, otra vez, la cifra más alta desde 2010, cuando al parecer inicia el registro.
— 47 dirigidas por mujeres (en 2017 fueron 42) y 98 “operas primas”, es decir, realizadas por directores debutantes. 52 fueron la segunda o tercera obra del director y 36 de directores con cuatro o más películas.
— Se realizaron 553 cortometrajes, un poco menos que en 2017 (590).
— Asistieron a las salas de cine 320 millones de personas, 18 millones menos que el año anterior. No obstante, los ingresos se incrementaron de 16 mil 142 millones de pesos a 16 mil 292. 30.3 millones de personas fueron a ver cine mexicano, una cifra similar a la de 2013 (30.3) y 2016 (30.5), que representó el 9.4% de la audiencia total.
— Se estrenaron 115 películas mexicanas. Pero mientras 8 fueron vistas, cada una, por más de un millón de personas, 18 no convocaron ni mil espectadores. La más vista fue Ya veremos con 4.1 millones de asistentes, seguida de La boda de Valentina (3.4) y La leyenda del charro negro (2.4).
— Las diez películas más taquilleras fueron de los Estados Unidos. Cuatro de ellas lograron atraer entre 8 y 9 millones de personas, 3 más entre 10 y 12 millones, y las tres que lograron una asistencia mayor fueron: Avengers: Infinity War (21.5 millones), Los increíbles (15.2) y Jurassic world: el reino caído (13.8).
— El número de pantallas de cine sigue creciendo. De 6,633 en 2017 a 7,024 en 2018. Aunque su distribución es más que desigual. Mientas en la Ciudad de México y el área metropolitana hay una pantalla por cada 4,967 habitantes en el estado de México hay una por cada 118,927 y en Zacatecas, penúltimo lugar, una por cada 57,158. (no sé, pero quizá el estado de México arroja ese número porque al parecer la zona metropolitana se le sumó a la Ciudad de México).
— Había 614 cineclubes, 115 más que un año antes. Y se registraron 155 festivales: 41 en la Ciudad de México, 10 en Baja California, Guanajuato y Jalisco. Y solo en Aguascalientes y Sinaloa no hubo festival alguno.
— La televisión sigue alargando la vida de los films. El 7.5% de la programación de la TV abierta fue de películas. Y el 32% de esas resultaron mexicanas. En la TV abierta pública el porcentaje de cintas mexicanas fue de 60%. En el llamado Canal de las Estrellas, que logra las mayores audiencias para cine mexicano, las diez cintas más vistas fluctuaron entre el 1.8 y 3.7 millones por pasada. En la TV abierta pública, las audiencias mayores de los canales 11 y 22 oscilaron entre los 200 y 255 mil telespectadores.
— Los DVD y BLU-RAY van a la baja. Si en 2012 RTC autorizó 1,459 títulos en formato DVD en 2018 solo fueron 308. La cifra decrece año con año. Y en BLU-RAY sucede algo similar, aunque menos pronunciado: de 282 a 126.
— Las plataformas digitales se están convirtiendo en la nueva fórmula de consumo de los films. Se registraron 8.3 millones de suscriptores de los cuales Netflix concentró el 80.8%, Claro Video 14.6, Blim 2.7 y HBO Go 1.5. Por su parte, Filminlatino, auspiciada por la Secretaría de Cultura e IMCINE ya ofrece más de 700 títulos entre largos y cortometrajes.
-Y aunque el cine mexicano sigue obteniendo reconocimientos internacionales (78 premios en 23 festivales), su presencia fuera de nuestras fronteras es escasa.
Saque usted las conclusiones.
Profesor de la UNAM
