Apenas el sábado pasado, el recién nombrado Secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa Macías, entregó en la Cámara de Diputados para su análisis, discusión y posterior aprobación, el llamado Paquete Económico para el año 2019. La Cámara de Diputados y, en lo que corresponde a la parte de ingresos, también la Cámara de Senadores, tienen enfrente un enorme desafío: evitar que la delicada situación económico-financiera internacional y sus efectos, afecten en demasía a nuestra ya de por sí complicada situación financiera. En la discusión del Paquete Económico comenzaremos a medir el tamaño del daño que se ha infringido a nuestra economía con la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
En las últimas semanas, lo mismo en familia, en reuniones sociales o en el trabajo, hemos visto cómo la preocupación de la sociedad va en aumento respecto del futuro de nuestra economía; el pesimismo ha ido avanzando a pasos agigantados. La inexplicable cancelación del aeropuerto, sumada a una serie de anuncios que exhiben, por lo menos, una gran descoordinación entre distintos actores importantes del nuevo gobierno, han prendido las alarmas, cuando lo que más falta hace es certidumbre para generar confianza, insumo indispensable para atraer inversiones.
Son muchos los factores que han incidido: la caída internacional de los precios del petróleo; la desaceleración de la economía, no sólo en México sino en muchos otros países; el aumento desproporcionado del endeudamiento del sector público que se ha dado en los últimos años; la devaluación de nuestra moneda que ya ronda los 21 pesos; el aumento de la inflación que ha obligado al Banco de México a elevar las tasas a niveles que no veíamos hace muchos años; y, muchos etcéteras más. El entorno internacional se vislumbra también cada vez más complejo: Trump, el Brexit, la guerra comercial, etc. Pareciera que la economía mexicana se sitúa en un momento complicado, justo cuando inicia el nuevo gobierno. Los augurios son negativos y poco alentadores.
El Congreso tiene la enorme responsabilidad de aprobar una Ley de Ingresos acorde a la situación actual, y la Cámara de Diputados deberá aprobar un Presupuesto de Egresos para el 2019 que, además de responder a los compromisos y promesas hechas en campaña, reactive el crecimiento. En el Paquete Económico se establece un crecimiento de la economía de entre 1.5 y 2.5% que, aunque es mayor al del año que está por terminar, se ve a todas luces insuficiente. El presidente ha prometido acabar con el derroche, la discrecionalidad y la corrupción que tanto han minado la confianza de los ciudadanos. Sería deseable también que haya una efectiva rendición de cuentas y recursos utilizados con eficacia y transparencia.
Hace muchos años que no se daba el caso de que un solo partido, en este caso Morena, pudiera por sí sólo aprobar el Presupuesto de Egresos. Aun así, sería deseable que se privilegiara la discusión y el acuerdo; y que la oposición cumpliera a cabalidad con su papel de contrapeso.
No hay ninguna duda de que 2019 será complicado. Nuestra economía enfrentará grandes retos que pondrán a prueba al gobierno. El Congreso tiene en sus manos la oportunidad de darle al país un Paquete Económico que le sirva a México para crecer. El Ejecutivo agotó todo el plazo y envió la propuesta hasta el último momento. El Legislativo, en vez de aprobarlo como algunos dicen antes de la Navidad, debe darse su tiempo para procesarlo con responsabilidad y convertirse en un factor real de progreso para México.
Abogado. @jglezmorfin