Jorge Nuño Jiménez

Dominio mexicano sobre la Baja California

05/06/2018 |03:22
Redacción El Universal
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Origen y asechanzas

La soberanía mexicana sobre el territorio de la península de la Baja California y las aguas del Mar de Cortés han existido desde el inicio mismo de la época colonial, representando un enorme valor económico y estratégico.

La posición mexicana del ejercicio de la soberanía de esta porción está respaldada por una serie de acontecimientos históricos, por lo cual analizaremos los antecedentes que otorgan al estado mexicano la titularidad del derecho soberano sobre las aguas de dicho mar. La Baja California fue descubierta desde la conquista por Hernán Cortés, pero realmente fue explorada hasta el siglo XVI y principios del XVII. Se pensaba que era una isla.

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La Baja California ha recibido varios nombres a través de su historia, el primero fue el que le concedió Hernán Cortés, como California, que aún se respeta en la actualidad. El conquistador tomó este nombre de la novela de caballería Las Sergas de Esplandián, de Garci Ordóñez. Este personaje, en su carta de relación al Emperador Carlos V, el 15 de octubre de 1524, reportó noticias fantásticas. El pirata inglés Francis Drake la nombró nueva Albión. El pirata Gavendish la nombra Nueva Inglaterra. El almirante español Isidro Otondo el 1° de abril de 1683 la rebautizaría como Islas Carolinas en honor al Rey Carlos II de España. Ninguno de los nombres anteriores subsistió, conservando el que le diera Hernán Cortés, quien como sabemos organizó cuatro expediciones para conquistar la península; todas fracasaron. En su tercera expedición llegó a La Paz el 1° de mayo de 1526, a la que llamó “Santa Cruz”, pero no pudo mantener la expedición por falta de víveres; en su cuarta expedición en 1537 también fracasa, pero, sin embargo, despertó el interés de la Monarquía española. Por esto se le bautizó como “Mar de Cortés” al Golfo, en recuerdo del iniciador de la conquista española.

Muchas expediciones posteriores fracasaron, pero en 1565 quedó establecida la histórica ruta de las Filipinas, obra del cosmógrafo agustino Fray Andrés de Urdaneta. Con esto se inicia el comercio con el oriente a través de la “Nao de China” o galeón de Filipinas, dando con esto un valor estratégico a la Baja California asediada históricamente por filibusteros y piratas tanto ingleses como norteamericanos por el botín que representaba esta ruta comercial.

El primer mapa del Golfo de Cortés fue elaborado por el padre José Eusebio Kino en 1698, demostrando que la California no era una isla, afirmando que el mar de California remataba en la desembocadura del Río Colorado. También a él se debe el primer mapa del Golfo de Cortés o de California que llegaría en manos del Rey de España, el original se conserva aún en Viena, ratificando con esto la corona española su dominio, ratificándolo con la Fundación de la Misión de Loreto el 19 de octubre de 1697 y la toma de posesión de las tierras de esta península fundando 22 misiones levantadas entre 1699 y 1766.

La labor de los jesuitas fue muy importante, consiguiendo la conquista espiritual de la península de la Baja California, logrando así que España ejerciera el dominio de dicha zona. Así lo hace saber Felipe V en cédula real fechada el 13 de noviembre 1744 al virrey de Nueva España, el Conde de Fuenclara, disponiendo establecer dos barcos de guerra en Matan Chen o Valle de Banderas (Puerto Vallarta), defendiendo de esta manera las invasiones de enemigos ingleses, holandeses, rusos y otros, dicha cédula ordenó también poblar las Islas Marías.

La Baja California fue un verdadero monopolio concedido por los reyes de España a la compañía de Jesús para realizar la colonización y conquista de esta zona agreste.

(Continuará)

Director General del Centro de
Estudios Económicos y Sociales
del Tercer Mundo