Los anuncios y las acciones de políticas públicas se dan a una velocidad vertiginosa. Así construyen una versión dura del acontecer nacional, que inicia cada día a temprana hora y, en ocasiones, es rebasada por información durante las próximas horas.
Desde que se publicó mi colaboración anterior, es mucho lo sucedido; una muestra de esto es: I) el aumento de homicidios (en diciembre de 2018 se registraron 10.3% más homicidios dolosos que en diciembre de 2017) (jueves); II) el número de muertos en Tlahuelilpan aumentó, para alcanzar 117 (martes); III) su presidente municipal declaró que la presencia de todas esas personas para robar combustible del ducto respondía a sus insatisfactorias condiciones de vida —pobreza que justifica delito— (miércoles); IV) las asignaciones directas del servicio de distribución de tarjetas para el pago de transferencias; V) por recorte presupuestal, el Inegi dejará de levantar 14 encuestas fundamentales (viernes); VI) se conoce la posición de México frente a la situación en Venezuela (sábado); VII) se intensifican las vacilaciones en torno a la Guardia Nacional (lunes); VIII) la reducción de la calificación de Pemex por parte de Fitch (martes) y la subsecuente descalificación de las calificadoras por parte del presidente López Obrador.
IX) Se anuncia la compra de pipas sin licitación en Estados Unidos de América, con especificaciones insuficientes; X) el numeroso tránsito de migrantes centroamericanos por México y la permanencia de varios miles en el territorio nacional; XI) la declaración de que se había terminado la guerra contra el crimen organizado (miércoles); XII) la descalificación del estudio del IMP sobre la inviabilidad de la refinería en Dos Bocas, y la “coincidente” separación de su Director General; XIII) el despido del recientemente nombrado Director de Pemex Exploración y Producción, a raíz de un proceso de “selección” deficiente, que no identificó su presunta participación en un esquema tipo “Estafa Maestra” (jueves); XIV) las heterogéneas características y contenidos de las declaraciones patrimoniales de servidores públicos; XV) la renuencia de algunos a presentarlas completas o a divulgarlas, y la “omisión” de propiedades en algunas; XVI) las concesiones a la CNTE para que desbloquearan las vías férreas, a cambio de significativos pagos por la extorsión que representaron los bloqueos (viernes); XVII) la divulgación de los 22 tipos de remuneraciones que reciben los maestros del CNTE, entre los que se encuentra, por ejemplo, el “bono de ajuste”.
XVIII) Que la secretaria Nahle se quede colgada de la brocha por hablar de fracking, igual que antes Alfonso Romo por el NAIM; contradicciones numéricas entre los datos mañaneros y los de fuentes públicas; XIX) la publicación de que durante 2018 Pemex presentó 13,560 denuncias por delitos relacionados con robo y venta ilegal de combustibles, y que de esas sólo 2,344 personas fueron aprehendidas (17.2%), y sólo 42 fueron sentenciadas (0.3%); XX) la defensa de una terna para ministra de la Suprema Corte, de la cual ninguna es de excelencia; las críticas a ex presidentes por sus ocupaciones años después de dejar la presidencia (lunes). Este es un rápido recuento de lo acontecido en sólo 14 días. Para unos, esto es motivo de esperanza, mientras que para otros de gran preocupación. El tiempo dirá.
Independientemente del efecto que este frenesí tiene sobre los mexicanos, interesa el impacto sobre el gobierno federal. Primero, la rutina cansa, a un ritmo que no es posible anticipar. Segundo, el formato rígido y poco atractivo aburre. Tercero, el tono de la figura central, que es AMLO, es monótono y adormilador. Cuarto, con frecuencia los datos que se utilizan en la mañana son contravenidos posteriormente por fuentes oficiales o por organizaciones no gubernamentales.
Hasta ahora las encuestas muestras que la aceptación del actuar de Andrés Manuel López Obrador se mantiene alta y estable, esto es, que hasta el momento la modalidad descrita de las conferencias mañaneras no ha hecho mella en el segmento duro de apoyo al presidente. En todo caso, cabe preguntarse durante cuánto tiempo el gobierno no se verá afectado por esto.
Presidente de GEA Grupo de Economistas y Asociados / StructurA