Después de la emergencia que provocó el sismo nos enfrentamos ahora a la difícil tarea de la reconstrucción, que por la magnitud de los daños será larga y costosa; la cifra de 38 mil millones de pesos adelantada por el Presidente, establece destinar 16,500 para vivienda; 13 mil para escuelas y 8 mil para recuperar el patrimonio cultural, pero no dijo de dónde saldrán tan cuantiosos recursos. Nada se dijo tampoco de la infraestructura municipal dañada, ni de los hospitales que están a cargo de los gobiernos locales, y que no podrán volver a ser utilizados.
A 12 días del evento no apreciamos que fluya información cierta y precisa para las familias que perdieron sus hogares; nadie sabe si serán beneficiados por el Fonden, pero se ha creado la expectativa de que este fideicomiso será la bolsa con la que podrá la mayoría de los afectados recuperar su hogar, y a mi juicio esta será una expectativa difícil de cumplir.
Así que conforme pasen los días y la información cierta, clara y pública no aparezca, se podrían generar enormes lagunas llenas de dudas, información parcial o falsa que desembocaría en la desesperación de miles de personas, que hoy se encuentran seguras pero en la incomodidad de los albergues y con la incertidumbre sobre su futuro.
Una de las amenazas que pueden retrasar la reconstrucción es la pesada loza del endeudamiento que cargan los gobiernos donde el sismo pegó fuerte. De acuerdo con el informe que Hacienda entregó al Congreso, la deuda subnacional, es decir la de los estados, suma 113 mil 583 millones de pesos al segundo trimestre de 2017, destacando la que se refiere a estados afectados por los sismos del 7 y 19 de septiembre:
• La Ciudad de México tiene deuda por 72,911 millones de pesos y 100% de sus ingresos federales sirven como la garantía de pago.
• Chiapas adeuda a los bancos 18 mil 952 millones, garantizados con 58.4% de sus ingresos.
• Oaxaca, que debe 11,728 millones de pesos, tiene como garantía 61.6% de sus ingresos federales.
• Puebla tiene deudas con bancos por 5,563 millones de pesos y comprometido 98% de sus participaciones.
• Morelos comprometió 81.7% de los ingresos federales al contratar 4,429 millones de pesos que debe a bancos; y destina de sus ingresos de cada año, 750 millones para el pago de esa deuda.
Así que, ante la magnitud del programa de reconstrucción, está muy bien que los partidos por mandato de ley o por motu proprio, dejen de recibir el financiamiento ordinario y que se reduzca también al máximo el de las campañas políticas, para que todo ese dinero vaya directo a un fondo de reconstrucción que garantice transparencia, equidad y rendición de cuentas en beneficio del pueblo de México.
Pero no debemos perder la brújula, respecto a la responsabilidad de los gobernadores en brindar información cierta, en no esperar que el gobierno federal solucione todo; pero antes deben rendir cuentas sobre el abultado endeudamiento .
Tremendo reto tenemos enfrente, y muy pronto saldrán a relucir las irresponsabilidades financieras de muchos gobiernos estatales y sin duda, nuevos escándalos de corrupción.
Vicepresidente de la Cámara de Diputados