Estamos de acuerdo con la propuesta de Guardia Nacional en el sentido de que sean las Fuerzas Armadas las que apoyen a los gobiernos estatales a recuperar la seguridad, ya que son las únicas que tienen la capacidad para hacerlo ante el debilitamiento de los cuerpos policiacos estatales y municipales, este debilitamiento ha sido factor para que el crimen organizado se apodere de muchas partes de nuestro país y no podemos seguir cediendo territorio.
En la práctica las Fuerzas Armadas ya se encuentran en las calles cumpliendo labores de seguridad, pero resulta necesario darle un marco legal de actuación delimitando sus funciones y estableciendo temporalidad, esto ya ocurría con la Ley de Seguridad Interior, que también apoyamos en su momento.
Es importante considerar que al tener las Fuerzas Armadas un solo mando, y no cuatro como actualmente tienen, en los recorridos conjuntos que hacen habrá una mejor coordinación y por lo tanto se tendrán mejores resultados.
Sin embargo, lo que nos preocupa es que ni en el Plan Nacional de Paz y Seguridad ni en la iniciativa de la Guardia Nacional se habla sobre el fortalecimiento de las policías estatales y municipales, que es donde radica el verdadero problema, o qué pasará si las desaparecen, quién va a subsidiar esta labor, ya que no se cuenta con elementos suficientes, capacitados ni confiables para enfrentar el fenómeno de inseguridad con las características particulares que hay en cada región.