Irene Levy

El (des)equilibrio en el SNA

04/03/2019 |02:14
Redacción El Universal
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¿Negociar o confrontar? Uno de los dilemas más interesantes y complejos que ha tenido desde su creación el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción (CPC), es ese. Con solo una silla de siete que ocupa dentro del Comité Coordinador del SNA, el CPC ha tenido que navegar entre incentivos encontrados y no ha logrado aún delinear su propio ADN, esa es la realidad.

Pero quizás deberíamos comenzar por responder varias preguntas ¿qué naturaleza tiene el CPC y qué son sus miembros?, ¿el CPC debe considerarse sociedad civil reloaded o es un órgano de investigación?, ¿su trabajo debe ser técnico o más bien político?, ¿sus integrantes son servidores públicos o simples ciudadanos con un mandato particular? Esto es muy relevante porque de ello se desprenden los objetivos y metas que se debe trazar el CPC, así como su forma de interactuar con el resto de los miembros del Comité Coordinador conformado, nada más y nada menos que por los titulares de la Auditoría Superior de la Federación, del Inai, de la Secretaría de la Función Púbica, de la Fiscalía Anticorrupción, del Tribunal Federal de Justicia Administrativa y de un representante del Poder Judicial de la Federación, cada uno de ellos con agenda, incentivos y complejidades propias.

En mi opinión, el CPC debe ser primordialmente un órgano articulador de la ciudadanía y de la sociedad civil, más político que técnico, aunque sus integrantes deben contar con conocimientos y trayectoria en las materias relacionadas con su objeto. Lo político del Comité debe estar orientado a tratar de lograr consensos para ejecutar las metas planteadas en una agenda de trabajo fijada de manera conjunta con la ciudadanía. Sus integrantes no somos servidores públicos, pero ejercemos atribuciones conferidas por la Constitución y por la ley.

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El papel del CPC al interior del Comité Coordinador es complicado, porque una confrontación radical con la mayoría de sus miembros lo puede llevar a quedarse solo en la votación de los asuntos, pero por otro lado la complacencia lo desdibuja. Es por eso que, como en todo, se deben elegir las batallas, pero siempre defendiendo la independencia del CPC y el interés ciudadano, así como el equilibrio y horizontalidad que debe guardar el propio SNA, evitando, en lo posible, que uno de los integrantes pese más que el resto.

Así, aunque efectivamente la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción no incluye los suficientes contrapesos para evitar que el CPC pueda ser mayoriteado por el resto de los miembros del Comité Coordinador, sí le otorga una poderosa atribución, que no ha sido utilizada, y que puede ser tan virtuosa como peligrosa, me refiero a la establecida en el artículo 21, fracción V “acceder sin ninguna restricción, por conducto del Secretario Técnico, a la información que genere el Sistema Nacional”. Hasta donde conozco, esta facultad ha sido citada una sola vez, y a medias, para solicitarle a la entonces PGR información sobre el caso Odebrecht que fue negada argumentando que la investigación aún estaba en curso. Como vemos, este precepto otorga un privilegio al CPC para conocer información relacionada con sus facultades y que no es pública, es, entonces, una herramienta poderosísima para conocer lo que pasa en el país en esta materia y tomar o proponer acciones. Sin embargo, como se trata de información no pública, resulta necesario contar con un protocolo para su manejo, pues la responsabilidad es muy alta.

Con todo esto, el CPC tiene un enorme reto: lograr el equilibrio entre la negociación y la confrontación —positiva— pero sin ceder la plaza, así como consolidar una agenda de trabajo que atienda las preocupaciones a mediano y largo plazo, pero también la coyuntura, para ello será indispensable echar mano de las herramientas —aunque sean pocas— que nos otorga la legislación.

EN LA SOBREMESA. Ojalá se concrete la inclusión de la Unidad de Inteligencia Financiera, que encabeza Santiago Nieto, al Comité Coordinador en calidad de invitada permanente, pues para sumarla como miembro se requeriría de una modificación constitucional; me parece que por el momento será una estupenda adición… follow the money.


Presidenta de Observatel, profesora de la Universidad Iberoamericana, miembro del Comité de Participación Ciudadana del SNA.
Este artículo refleja su posición personal @soyirenelevy