Como en el poema "En Paz", de Amado Nervo, que dice "…yo fui el arquitecto de mi propio destino…", así es la vida profesional y deportiva de la triatleta Claudia Rivas Vega, quien construyó su camino a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
La licenciada en arquitectura, llena de ese conocimiento, diseñó y planeó en cada brazada, pedalada y zancada la construcción de la senda que la lleva a su segunda cita veraniega.
Es totalmente la arquitecta de su propio futuro olímpico, de su participación, de su ambición, de su planeación de competencia y resultado, de la mejor utilización de esas piezas para construir su casa de la inmortalidad con una medalla.
La también poseedora de una maestría en Administración de Negocios tendrá la capacidad de saber gastar adecuadamente sus fuerzas físicas y mentales para ser una histórica mexicana en el triatlón.
Ya conoce los nervios y tensión por competir en unos Juegos Olímpicos, porque lo hizo en Londres 2012, donde ocupó la posición 21, resultado que forma parte de su madurez y experiencia para ser mejor ahora en Río de Janeiro.
Por eso considera que esta cita deportiva es la oportunidad de revancha, pues aunque hace cuatro años lo disfrutó al máximo, sabe que puede tener un logro mejor, como el sexto sitio obtenido en el Campeonato Mundial de Edmonton, Canadá, en agosto de 2014.
Nacida el 15 de junio de 1989, Claudia Rivas, como una arquitecta de su propio destino, participará el próximo 20 de este mes en la prueba de triatlón, con una estampa ganadora de un metro y 71 centímetros y un peso corporal de 58 kilogramos.