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El fallo del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito con sede en Reynosa, Tamaulipas ha incitado a los abogados de los padres a pensar en el regreso del insostenible Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), cosa que difícilmente podría ocurrir, ya que cuando el invocado Protocolo de Minnesota alude a los requisitos de los integrantes de la comisión indagatoria, dispone que deberán seleccionarse por su reconocida imparcialidad, competencia e independencia como personas.
El Protocolo aludido añade que los miembros de la comisión no deberán estar relacionados estrechamente con ningún individuo, entidad gubernamental, partido político u otra organización que pudiera estar implicada en la ejecución o desaparición, o una organización o grupo relacionados con las víctimas, dejando de lado las pretensiones del PRODH, respecto del cual es dable decir que varios actores, implicados en supuestas tareas de defensa de las víctimas, se han convertido en títeres del mismo.
Hoy los representantes de los padres se convirtieron en abogados de los presuntos asesinos de sus hijos, además de estar secuestrados por quien se supone aboga por ellos como lo es el personal del Centro PRODH, cuando lo cierto es que detrás de todo el enramado se advierte un contubernio con grupos antisistema que buscan imponer su ideología disruptiva y el descrédito de las instituciones ministeriales, del Ejército y del Estado mexicano, además de las personas que han encabezado la investigación más importante de la historia moderna de nuestro país como lo representa el caso Iguala, a partir de visiones sesgadas, mentiras y parcialidades solo con el fin de echarle la culpa al Ejecutivo federal como si éste tuviera que pagar por los hechos en lugar de los verdaderos responsables que, según el cúmulo de pruebas existente en las causas penales, son esas más de cien personas, integrantes de la organización criminal Guerreros Unidos y ex elementos de las policías municipales de Iguala y Cocula, que hoy se pretende dejar en libertad.
Es de llamar la atención el hecho de que uno de los representantes legales de los padres de familia, el licenciado Vidulfo Rosales Sierra, ha llegado al extremo de decir que la línea de investigación que involucra en los hechos a integrantes de la organización Guerreros Unidos está descartada y que ello “es un mal menor”, situación nada rara cuando éste en una conversación telefónica aun no esclarecida, refiere que los Guerreros Unidos les habrían estado dando dinero y los habría amenazado con matarlos de no entregar la misma.
La resolución alude a que el país no cuenta con una Fiscalía independiente, remitiéndose en ese rubro a lo que recientemente se ha discutido en distintos ámbitos, específicamente la transformación o creación de la Fiscalía de la Nación y al nombramiento de su titular, llegando al extremo de dar poca seriedad al tema cuando con cierta ligereza evoca el pasaje por todos conocido como “la designación del fiscal carnal”.
Por otra parte, son de resaltar los datos que surgen si revisamos a detalle la línea de tiempo en la investigación del caso, toda vez que conforme a lo que indagó la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero y en buena parte la PGR, ha quedado establecido que fueron elementos de la policía municipal de Iguala quienes intervinieron desde un inicio en la agresión de que fueron víctimas los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y otras personas, y que fueron quienes se coordinaron o coludieron con policías de otros municipios e integrantes de la organización delictiva Guerreros Unidos para tal efecto, siendo ese aspecto corroborado con parte de los datos o información que se desprende de una intervención legal de comunicaciones llevada a cabo por autoridades de Estados Unidos, específicamente por su agencia antidrogas, la DEA, recientemente difundida en medios periodísticos.
La verdad histórica del caso Iguala se convirtió en la bandera del antisistema y es la que los grupos subversivos de Guerrero han enarbolado en todas las asociaciones de derechos humanos afines a ellos; es la causa que no habrán de abandonar, puesto que a ellos poco les importa la verdad, lo que les importa es la causa, a causa de quien sea.
Ex procurador general de Justicia
del estado de Guerrero