Uno de los primeros retos en materia de seguridad es trabajar en la estima y el aprecio social hacia la policía, reconociendo que es ésta quien defiende los intereses y derechos de la sociedad ante el embate de la delincuencia.
Otro reto aún mayor es trabajar en la prevención para disminuir la violencia, sobre todo en jóvenes, debemos permitir que la cultura de lo legal prevalezca y no por el contrario, se haga apología de los delitos, los delincuentes, el uso de las armas y la narcocultura como algo cotidiano que inclusive se presenta en las series televisivas.
Asimismo, un reto aún mayor es inhibir el uso de las armas de fuego, ya que hoy cerca de 50% de los delitos del orden común son cometidos con armas de fuego; se debe penalizar mayormente la portación y el uso de las mismas, ese es el reto para disminuir riesgos en nuestras calles, por que hoy el delito menor de la posesión ante la presencia del arma de fuego puede convertirse en un homicidio.
En este sentido, para hablar de seguridad no es necesario hablar de inseguridad, si así fuese, pareciere que estamos vencidos ante el embate de la delincuencia, la seguridad es un valor, un derecho, un baluarte de la sociedad; pero es también una forma de vida, es cierto, es perfectible y susceptible de mejora en la táctica operativa, en la reacción policial y en la previsión social, pero sobre la base de una seguridad que ya existe y es perceptible.
Además, esta seguridad permite la habitabilidad de cerca de 20 millones de personas que la habitan y disfrutan todos los días, así como de los casi 5.5 millones de vehículos. La seguridad es base de la convivencia y de la plataforma de habitabilidad y desarrollo, a partir de ella se permite que cada habitante haga lo que desee hacer, por eso vemos niños en sus parques, cientos de miles de personas laborando en centros turísticos, en centros gastronómicos, en plazas comerciales, eventos masivos, deportivos, conciertos, eventos de talla internacional que se materializan y permiten su realización con base en la seguridad, razón por la que es necesario hablar de ellos.
De esta forma, en materia de resultados, en la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México tenemos nuevas directrices, como contar con un modelo de gestión policial, bajo el concepto de “Policía Social”, compuesta por más de 87 mil 992 elementos, 7 mil 715 vehículos y 13 helicópteros; una policía que analiza y reconoce las necesidades de la ciudadanía, que se prepara y profesionaliza día a día, incorporando el uso de herramientas tecnológicas, reaccionando mediante estrategias tácticas-operativas.
Tan sólo en 2017, disminuyeron los siguientes delitos: en -46.3% el delito de violación con una eficiencia de 20% y 65 detenidos; -29.5% el robo a transportista, con una eficiencia de 12% y 65 detenidos; -17.2% el secuestro; -12% el robo a cuentahabiente, con una eficiencia de 8% y 41 detenidos;10.5% el robo a bordo de taxi, con una eficiencia de 13% y 24 detenidos;-9.8% el robo a casa habitación con violencia, con una eficiencia de 24% y 163 detenidos, y -4.3% el robo de vehículo, con una eficiencia de 12% y mil 797 detenidos.
Vinculado con lo anterior, se presentaron 9 mil 106 detenidos ante el Ministerio Público por la comisión de delitos de alto impacto, con lo cual se incrementó el número de detenidos en 23%, lo que significa mil 715 personas más que el año anterior; con esto se desarticularon 558 bandas y mil 189 células delincuenciales. Asimismo, se logró la detención de más de 300 mil 764 personas puestas a disposición de los Juzgados Cívicos. El modelo de gestión policial ha dado como resultado la disminución de la incidencia delictiva de alto impacto en 42%, comparada con la administración anterior.
En materia de capacitación y profesionalización, el año pasado se unieron a la corporación mil 504 policías; se capacitaron 48 mil 802 elementos en protocolos de actuación policial, a 45 mil 751 en diversos temas del Sistema Penal Acusatorio y a 52 mil 609 en derechos humanos.
Nos actualizamos día a día para el desempeño de la función policial, por lo que se adquirieron 100 patrullas híbridas “cero emisiones”, 2 mil 388 cámaras en patrullas, 4mil 500 placas con chip, 44 mil chips para armas, 3mil 178 cámaras de monitoreo terrestre.
Se construyeron canales de comunicación con la ciudadanía, como es la entrega de 105 mil 706 alertas vecinales, la construcción de 76 estaciones de policía, la vinculación con 2 mil 839 personas en las conversaciones ciudadanas y la realización de 117 ferias de seguridad que beneficiaron a 456mil 347 asistentes.
Estas cifras muestran grandes resultados, existen también percepciones y retos que nos impone la sociedad, en virtud de que ésta no desea que sólo disminuyan los delitos; lo que realmente quiere es que no existan, es por ello la política de tendencia cero.
Recordemos que la portación y uso de arma de fuego son sin duda un factor que debemos combatir y prevenir, seguiremos trabajando día a día, con una visión social que permita atender las necesidades de los habitantes de la Ciudad para una capital más segura y habitable. La policía en defensa de la sociedad.