El coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, presentó una iniciativa para reformar el artículo 41 de la Constitución de nuestro país y así reducir el financiamiento público del que hoy gozan los partidos políticos, sin duda que esta propuesta causa gran polémica.
“Vamos a una democracia en serio, en donde los proyectos prevalezcan sobre el dinero, esa es una de las lecciones del 1 de julio de 2018 y hay que hacerla realidad, 50 por ciento menos de financiamiento a los partidos”, propuso el líder de la fracción de Morena; esta reducción significará un ahorro de dos mil 500 millones de pesos solo para este año.
Muchos partidos políticos se han constituido como fuente de ingresos para lonjas burocráticas o negocio de unos cuantos actores de la vida política; la reducción propuesta, además de impactar contundentemente sus estructuras creadas a lo largo de la República, donde más habrá de dolerles es en los altos pagos que dirigentes de diversos partidos reciben para sí por el simple hecho de tener el control administrativo y financiero de esos entes políticos.
Para aquellos que se frotaban las manos utilizando el cascarón de un partido político para obtener jugosas ganancias personales, difícil escenario les espera; ojalá y en esta propuesta de reforma, se incluyan mayores instrumentos de control y revisión estricta al financiamiento, para conocer la utilización que hacen los partidos de los recursos públicos asignados.
Para los procesos electorales por venir la revisión estricta de la conducta de su gasto será fundamental, sobre todo sería importante conocer lo que le cuesta al erario el sostenimiento de las estructuras nacionales con que cada partido cuenta, será entonces cuando muchos de estos dirigentes esgriman el argumento de que se registra un atentado contra la vida democrática de México
Así mismo, valdrá la pena conocer lo que, en cada periodo, las dirigencias nacionales de los partidos registraron como consecuencia del ejercicio del gasto asignado; en muchos de los casos será difícil fincar responsabilidad efectiva; pero, por lo menos al conocerse lo que se ha hecho, en cuando menos la última década, habrá de corresponderles responsabilidad moral.
¿Y las alcaldías cuándo?
A 100 días del cambio de gobierno en el país, la información generada por el Ejecutivo federal es consistente y clara y el próximo 14 de marzo el Gobierno de la Ciudad rendirá el informe que corresponde a este primer periodo de gobierno, pero ¿y las alcaldías cuándo?
A 161 días de ostentar el poder municipal, los gobiernos en su mayoría de Morena, salvo el caso de Cuajimalpa (PRI), Milpa Alta (Movimiento Ciudadano), Venustiano Carranza (PRD) y Coyoacán (sin partido), sus 100 días pasaron sin pena ni gloria.
¿Será acaso que poco aportan a resolver los problemas estructurales que vive el país, como son la inseguridad y la falta de servicios oportunos?
Gobernar no solo es corregir las deficiencias o atender los problemas que se presentan a lo largo de la vida social y que día a día se registran en nuestras diferentes demarcaciones territoriales; es fundamental que, en aras de atender a la transparencia y rendición de cuentas, se muestre a la opinión pública qué es lo que han hecho en este importante lapso, ante la expectativa de mejoría que hoy no se refleja en la vida cotidiana de la capital del país.