El pasado miércoles, dentro de los recorridos que, por las 16 alcaldías de la Ciudad de México realizó la Jefa de Gobierno electa , Claudia Sheinbaum , para agradecer el apoyo de los ciudadanos que votaron por ella y hablar de los problemas en las demarcaciones, se registró un penoso incidente para Julio César Moreno , alcalde de Venustiano Carranza , de extracción perredista.
En dos de los tres actos, los asistentes le propinaron tremenda rechifla, acompañada de insultos y reclamos .
Fue evidente la consternación, el enojo y hasta la pena que le hicieron pasar al alcalde, quien no tuvo más remedio que apechugar y resignarse a dejar atrás esos eventos organizados por él mismo, en los que autoridades y dirigentes del PRD reconocían el control político que ejercía en esa demarcación.
Contrastando con la actitud asumida por el perredista; la Jefa electa, Claudia Sheinbaum, asumió un verdadero papel de estadista , quien con aplomo metió en orden a sus simpatizantes y anteponiendo su calidad de gobernante , evitó que ese incidente pasara a mayores.
Ahí la Jefa electa fue muy clara en decirlo: gobernará sin distingos y sin reproches y quien se sume al trabajo institucional, será bienvenido .
Si por la cabeza de Moreno Rivera había pasado la posibilidad de vender cara su conversión al equipo de Morena , todo parece indicar que la militancia de ese partido ya habló y no precisamente con las porras y reconocimientos que en otro tiempo le hicieran dirigentes y actores políticos emanados del PRD.
Pero lo más trascendente no es la opinión de los militantes de ese partido; seguramente es lo que opinan de él los actores políticos más representativos en esa alcaldía que hoy militan en Morena, y que sin duda hoy cuentan con una extraordinaria posición política para arrebatarle al actual alcalde ese espacio que por más de nueve años ha conservado y que, sin duda, hoy está en riesgo para él, en el próximo proceso electoral.
Sus adversarias históricas hoy gozan, no sólo de la simpatía de la Jefa electa, también están y estarán colocadas en posiciones que políticamente les permite aspirar legítimamente a ese lugar.
La diputada Rocío Barrera ha sido reconocida por su capacidad legislativa y profesional, que hoy la coloca al frente de una de las comisiones más importantes de la Cámara , como lo es la Comisión de Gobernación y Población , además de que en la cámara federal es considerada como uno de los pilares de Morena .
Otra más es Esthela Damián quien, no obstante que se ha conducido con prudencia y con bajo perfil en los últimos meses, es bien sabida su cercanía con la propia Jefa electa , así como su amplia experiencia en la operación política y social. En su próxima encomienda será la encargada del DIF de la ciudad , espacio nada menor para hacer trabajo político.
También está Guadalupe Morales , quien cuenta con experiencia parlamentaria y ya ganó esa demarcación como Jefa Delegacional y, luchando contra corriente, logró el triunfo con escasos recursos y sólo su empeño y capacidad.
Y no hay que olvidar a Patricia Ruiz Anchondo la excandidata que contendió contra Julio César Moreno, quien una vez que se formalice su nombramiento como Procuradora Social , estará en condiciones de realizar un trabajo que le permita el reconocimiento natural de la sociedad en esa demarcación.
En fin, cuatro adversarias en extraordinarias condiciones políticas para justamente aspirar al cargo de alcaldesa dentro de tres años por esa demarcación.
Es evidente que Julio César Moreno requiere de todas ellas para realizar con efectividad su trabajo, pero la principal, obvio, es la Jefa de Gobierno. Está claro que él las necesita, lo que habría que reflexionar es si ellas lo necesitan a é l.