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Es imperioso discutir sobre el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Legalmente, el plazo para que el gobierno federal lo entregue a la Cámara Diputados del Congreso de la Unión para su discusión y aprobación es el 30 de abril. Hasta la fecha, la administración pública ha informado a la sociedad de lo que denomina ejes generales integrantes del plan: Justicia y el Estado de derecho, Bienestar y Desarrollo económico. Además, señala que contiene tres ejes transversales entre los que quedan incluidos el combate a la corrupción, la mejora de la gestión pública, la igualdad de género, la no discriminación y la inclusión.
La elaboración del documento está en manos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sin que se estén realizando actividades que involucren a otros actores sociales. Se recurre al método de la consulta de opiniones organizado desde medios digitales.
En este contexto, es relevante que la Cámara de Diputados proceda de manera diferente y propicie un debate sobresaliente en la materia que permita construir socialmente una agenda de transformaciones a llevar adelante en la actual administración federal para avanzar en la tarea del desarrollo, que es social y económico y en ningún sentido se reduce al crecimiento de la economía, aun cuando se alcancen tasas de incremento del PIB superiores a 5%.
El curso futuro que tenga la industria de los hidrocarburos es de gran relevancia para avanzar en el desarrollo. El petróleo no es sólo una materia prima no renovable, también es el bien industrial de más amplio uso y tener garantía de su existencia en escenarios superiores a los 50 años es imprescindible para dar continuidad a una estrategia de desarrollo.
A la fecha, son muchos años en que se explota con el fin de obtener de inmediato recursos financieros para el sector público que no se han utilizado para el crecimiento o ampliación de otras actividades industriales. Es importante reconocer que continuar con esa operación en este sector no es lo pertinente en una estrategia de desarrollo.
Es imprescindible definir los objetivos en materia de extracción que permitan generar recursos para mantener las tareas de exploración y por esta vía tener certeza a plazos mayores de 20 a 25 años sobre la cuantía de las reservas.
Otro elemento imprescindible en esta materia es vincular la extracción de los hidrocarburos con procesos de transformación industrial en el país. Es un medio para ampliar las cadenas de producción en México y modificar las exportaciones y las importaciones en la materia. Es necesario definir algunos plazos para alcanzar metas en este terreno.
El cambio, además de favorecer el crecimiento de la industria en el país y por tanto la ampliación del mercado interno, permite generar condiciones distintas en la relación con los mercados del exterior. Pero también, reduce presiones en el sector externo que operan como una restricción al crecimiento de la economía. Finalmente, la diversificación de la industria petrolera produce nuevos medios para dotar de recursos fiscales al gobierno.
El uso amplio del petróleo en la elaboración de una gran cantidad de productos manufacturados debe acompañarse del crecimiento de fuentes de generación de energía que no dependan de los hidrocarburos. Señalar algunas metas en la materia en el plazo de la administración federal actual es un aspecto del problema. Igualmente debe contarse con un horizonte mayor para lograr un cambio energético de gran alcance. Ello implica programar modificaciones en materia de transporte, tanto de personas, como de mercancías, en el conjunto del territorio nacional y en las grandes ciudades.
Para la movilidad de las personas en las grandes ciudades y en las mega ciudades que hay en el país deben crearse redes de transporte público que cada vez utilicen menos combustibles fósiles. En pocos años deben lograrse cambios de significación en esta materia. También debe modificarse el transporte de mercancías, que depende en gran parte del uso de vehículos automotores movidos a gasolina o a diesel.
Un transporte público diferente es un bien necesario para que la población se apropie del crecimiento económico y del desarrollo tecnológico, pero también impacta el medio ambiente y, en conjunto con otros usos del petróleo en la industria manufacturera, influyen positivamente en el crecimiento de la economía con creación de empleo formal y digno. Esta es la perspectiva que debe estar presente en el debate y construcción del Plan Nacional de Desarrollo.
Departamento de Economía, Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Email: vidal.gregorio@gmail.com
Twitter: @GregorioVidalB