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Una de dos: el partido del Presidente no ha caído en cuenta de que ya son gobierno o está generando problemas deliberadamente para que su líder los solucione y, así, hacer crecer su imagen de todopoderoso.
Estarían edificando un culto a la personalidad a costa de mexicanos que pierden miles de millones de pesos.
Esta actitud estaría en la misma lógica que llevó a cancelar el nuevo aeropuerto de la ciudad de México: cimentar el Poder del Ejecutivo, aunque para ello se tengan que tirar cerca de 270 mil millones de pesos a la basura. Todo para aclarar, según sus propias palabras: “no soy florero de nadie”.
Y no es ninguna exageración hablar de miles de millones de pesos. Solamente el bloqueo de trenes en Michoacán, a cargo de uno de los aliados predilectos del régimen, la CNTE, causa pérdidas por mil millones de pesos diarios, según diversas fuentes empresariales.
En Matamoros, Tamaulipas; Morena ha provocado una huelga en 32 plantas manufactureras, con casi 37 mil trabajadores. En estas páginas, Ricardo Raphael ha documentado la participación, entre otros, de los morenistas José Ángel Frías, Ernesto Picasso y Mario López.
Ambos problemas, el bloqueo de trenes y la huelga, tienen en común que están provocados por Morena y, por ello, su solución es fácil pues dependen de la voluntad del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Ambos seguirían también el esquema puesto en marcha con el desabasto de gasolina, que permitió aumentar la popularidad del Ejecutivo.
Como ha quedado plenamente comprobado, la guerra al “huachicol” fue una medida para tapar la escasez de gasolina provocada por la baja en la importación, la falta de reservas, la menor producción y la incapacidad de los recién llegados. Junto con ella se montó un operativo mediático contra el nuevo enemigo, los huachicoleros, pero hasta el momento no hay ningún “pez gordo” tras las rejas o en proceso de estarlo.
La crisis era fácil de resolver pues, según el Jefe del Ejecutivo, el 80 por ciento del robo de combustible ocurría desde dentro de las oficinas de Pemex y el resto, dijo, era “casi una cortina” para encubrir a los huachicoleros de cuello blanco. Llama la atención que el desabasto aún no se haya resuelto en los estados que gobierna la oposición, como Guanajuato y Jalisco.
También llama la atención que el bloqueo de trenes y la huelga de maquiladoras ocurran en estados donde gobierna la oposición. Pareciera que la intención es demostrar que no saben gobernar y que los problemas se resolverán mágicamente con la intervención del Presidente, quien lejos de aplicar la ley muestra complacencia hacia sus aliados y partidarios.
Se parecería mucho a las viejas prácticas del priismo de los setentas consistentes en crear incendios para después aparecer como los bomberos salvadores. Si ese fuera el caso, el único objetivo sería posicionar a López Obrador como Luis Echeverría: el hombre providencial que tenía una solución para los problemas, no sólo de México, sino del mundo entero, con todo y su Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados.
También cumplen una función distractora. Así como el desabasto de gasolina permitió que el “Fiscal Carnal” avanzara en lo oscurito, el bloqueo a los trenes y la huelga de maquiladoras, hace que se dé poca atención al tema de las pensiones, donde el gobierno piensa meterle mano a los recursos de los trabajadores con el señuelo de un mejor rendimiento.
De esta manera, el gobierno estaría matando dos pájaros de un tiro: por un lado, distraer a la opinión pública, y por otro, construir la imagen del Bombero Salvador que apaga los incendios causados por los suyos.
